Daniel Camacho Montes (Menorca, 1983) confiesa que las palabras se le suelen quedar cortas para explicar su trabajo artístico. Él habla a través de la fotografía, disciplina que entró en su vida como un hobby pero que ha consolidado con un máster en la Barcelona School of Arts & Desing. Con anterioridad había mostrado su obra en colectivas, pero este 2025 dio el gran salto a la individual en el madrileño Palacio de Santa Bárbara.
«La fotografía supone un pilar muy fuerte en mi vida, me ayuda a crecer como persona, a expresarme y buscar sentimientos», relata el autor, que se ha decantado por una apuesta doble para la muestra que actualmente protagoniza en la sala Xec Coll de Ciutadella, donde conviven sus principales señas de identidad artística: el blanco y negro siempre como referencia, el retrato y la fotografía de calle.
Así, por un lado muestra «Mira’m», en la que entra dentro de las personas que posan a través de la mirada para que el espectador «pueda imaginar los sentimientos». «Busco capturar la esencia de aquellos momentos fugaces, transformándolos en historias que hablen por ellas mismas», explica al hilo de esa colección.
Un conjunto fotográfico que convive con otro proyecto en la sala, «Realitat», abordado con un prisma más emocional, al tratarse de una colección en el que ha querido «expresar mis sentimientos del último día con mi hermano», fallecido hace unos años como consecuencia de un accidente. «Es un proyecto que nace de los más profundo de mi corazón, y el más complicado hasta la fecha», reconoce.
En esa realidad, los rostros quedan aparcados para jugar con otros elementos, más relacionados con la calle para canalizar a través de otra vía sus sentimientos. Obras en blanco y negro que beben de la luz natural en un carrera en la que Camacho, poco a poco, se está empezando a abrir al color.
«Mira’m» y «Realitat». En la Xec Coll, hasta el 30 de julio.