El cantautor menorquín Bounce acaba de lanzar al mercado tres canciones que se encuadran en la música urbana, después de mantenerse durante un largo tiempo en un segundo plano en el panorama musical. Se trata de «Qué calor», «Una noche contigo» y «Cuando pueda» y ya pueden escucharse en las plataformas. «A pesar de haber estado por un tiempo en un segundo plano, nunca he parado de escribir canciones. Tengo escritas alrededor de 40 canciones, de las cuales 18 están grabadas, viajo regularmente a Barcelona para grabar con un productor que trabaja con grandes artistas de la música, como LaBlackie, y también he ido a Madrid», asegura.
Hernan Romero Galindo, de 27 años, es un menorquín nacido en Maó que en el mundo musical es conocido como Bounce. Después de haber permanecido en primera línea de la actividad musical, actualmente se halla publicando sus canciones por su cuenta, con distribución oficial en plataformas. Las tres nuevas canciones reflejan sus vivencias en diferentes situaciones a lo largo de la vida.
Canciones
Así, «Qué calor» es una canción pop rapeada y cantada a la vez, en la que el cantautor habla metafóricamente «del poco tiempo que tenía para dedicarle a la música, cuando estoy a solas y tengo la oportunidad en mi soledad de escribir música me siento muy excitado y emocionado de poder crear», afirma.
Por su parte, «Una noche contigo» trata de un episodio más personal, en el que después de siete años se enamora de nuevo de una chica, «tenía muy claro querer estar los dos juntos, pero no me surgía lo de intimar con la chica y fue ella quien dio el paso en este aspecto, hablo un poco de la vergüenza de uno cuando quiere y sabe que ella también, y aun así no hace nada», asegura.
Finalmente, «Cuando pueda volar» refleja los momentos de depresión que el cantautor padeció hace unos años que coincidieron con la pandemia de la covid-19, aunque la canción lanza un mensaje de ilusión y esperanza para afrontar la vida y los retos personales. La letra refleja la dureza de los momentos difíciles de la vida, aunque también cede el paso al optimismo.
En este sentido Bounce señala que la canción «es el desenlace de una depresión que cogí que se mezcló un poco con la época de la covid, que no tuvo nada que ver, pero fue una ayuda para excusar más mis pensamientos negativos, con una experiencia de vivir solo en Lleida, cinco meses en los que no encontré trabajo, seguido de una experiencia laboral que duró poco tiempo y al final regresé con mi madre a la Isla, por lo que me sentí muy frustrado. Como yo era bastante antisocial, me gustaba mucho encerrarme a jugar con videojuegos, el covid fue la excusa perfecta para estar así 17 horas durante casi 9 meses, al no haberme beneficiado de ningún ERTE ni de ayudas sociales, yo era socorrista entonces, y estuve hasta marzo de 2022 sin poder trabajar. Tuve dos cólicos renales en dos semanas, perdí 18 kilos. El susto que tuve me dio tanto miedo que pensé en disfrutar más de la vida, hablar más con las chicas, irme de fiesta. Por tanto, la canción habla mucho de la ilusión, de lo que haría si triunfase, de irme fuera, que no sería desaparecer de mis amigos, sino triunfar yo y que también triunfen los demás».