Youssra Ouhmidou (Boujdour, Marruecos, 2000) estudió literatura inglesa, algo que, según ella misma explica, «fortaleció» su aprecio por la cultura, el lenguaje y también «el poder de la expresión». Las letras fueron durante mucho tiempo su principal foco de atención, pero desde mucho antes, recuerda, siempre sitió una «atracción» especial por el dibujo y la pintura. En 2021, mientras trabajaba en su país natal en una pequeña galería, su pasión por los pinceles cogió un nuevo impulso iniciando un proyecto artístico del que durante todo el mes de octubre se podrá disfrutar en Ona Gallery de Maó.
Tras cursar estudios de diseño de interiores una vez en España, Youssra reside desde hace unos meses en Menorca. Esa formación, explica, le brindó «una base estética» para crecer con un arte, la pintura, «que me ofrece una libertad más personal y emocional». El complemento a una progresión en la que ha ido experimentando con técnicas, «y refinando mi voz artística», hasta encontrar su sitio a través de técnicas como el pouring en el arte figurativo abstracto.
Su inspiración a la hora de crear le viene de «la feminidad, las emociones y también de mi cultura marroquí. Me inspiran los contrastes de la vida diaria, la naturaleza y la fuerza de las expresiones humanas». Con sus obras, confiesa, busca «evocar emoción, movimiento y profundidad» y mediante sus abstracciones figurativas «capturar la esencia de la experiencia humana».
El conjunto de su obra explora «el equilibrio entre la espontaneidad y la intención», pero siempre dejando un espacio abierto a la interpretación y el diálogo con el espectador. «Mis pinturas ofrecen libertad para ser analizadas. Unos se fijan en lado brillante y otros en el oscuro. Yo invito a que miren y analicen teniendo en cuenta cómo se sienten en ese instante», explica. En su faceta creativa reconoce que los estudios de diseño han jugado un papel clave. «Me dieron una base sobre cómo combinar colores y sobre todo prestar atención a los pequeños detalles, que creo que es algo que hace que una persona, como artista, se diferencie».
Su experiencia en Menorca está siendo muy positiva y también prolífica. «Me inspira mucho vivir en un sitio como este, rodeada de mar, naturaleza y con una comunidad tan amable», comenta Ouhmidou, quien reconoce que en sus cuadros, con un mayor protagonismo y fuerza de los colores, ya se puede ver cómo ha evolucionado su proyecto por el simple hecho de haber recalado en la Isla. Apunta que es consciente de que ahora reside en un lugar «en el que creo que es más fácil que la gente te conozca como artista», gracias al movimiento cultural que existe.
Artista emergente
Se define como «artista emergente», confiesa estar «comprometida a seguir creciendo» y está feliz de poder disfrutar de su primera gran exposición en Menorca. En ese sentido, Alexey Chebotarev, al frente de Ona Gallery, entiende «que el principal problema de un artista hoy día es poder dedicarse plenamente al arte y vivir de ello».
El galerista rememora que cuando conoció a Ouhmidou vio que tenía «mucha ilusión» en desarrollar su faceta artística «y por ello decidí cederle un espacio para pintar cuando la galería aún no estaba abierta y luego exponer sus obras, que me parecen muy interesantes; con colores vivos y formas que hipnotizan al instante». «Su obra», continúa el galerista, «moderna, expresionista y abstracta, contrasta mucho con la obra impresionista de Josep Munné que tenemos en exposición permanente. No rompe la línea, sino que crea un espacio diferente que complementa la oferta de la galería».
Y será que no hay artistas buenos en Menorca y poco conocidos...