El agua es el principal problema del municipio de Maó. Coincidieron en ello los cinco aspirantes a la Alcaldía en el debate celebrado ayer tarde en el Ateneu. Desde hace dos décadas era un problema de calidad por el elevado índice de nitratos, pero ahora lo es también de cantidad, según precisó el alcalde y candidato socialista Héctor Pons.
No es, en todo caso, un asunto que les enfrente, sino que les une, «es un tema en el que hay que ir a una», coincidió el candidato del PP Mateu Aínsa, «hemos mostrado colaboración y somos conscientes de que las medidas que se apliquen requieren el máximo consenso», afirmó.
«La gestión del agua es una prioridad y lo hemos demostrado desde que llegamos al Ayuntamiento, está en marcha la construcción de la segunda desnitrificadora», dijo Jordi Tutzó. Otros candidatos rebajaron sus méritos, todos los que han pasado por el Ayuntamiento en los últimos cuarenta años han trabajado en ello, no había más remedio, es una responsabilidad municipal.
Soluciones a largo plazo como la construcción de una desaladora no tiene consenso de momento. El PP y Cs apuestan por esta solución, «hay que explicar que el consumo eléctrico por persona es inferior que el del aire acondicionado que tienen en su chalé los de Més que se oponen a esta solución», apuntó Borja Goñalons, el número uno del partido centrista.
Héctor Pons no se opone frontalmente a la idea, aunque no suscitaría el acuerdo de todos los grupos. Apeló al plan director con el que cuenta para llevar adelante una política adecuada. Hubo quejas también por la falta de información por la presencia de nitratos, en la web municipal no se actualiza desde 2017, según expuso Goñalons «y cuando se abre el último informe aparece el reglamento del cementerio», denunció.
La carencia de vivienda y el difícil acceso a la misma fue otro de los asuntos que concitó menciones desde la primera exposición de cada uno de los candidatos. Pons presumió de las 87 VPO que se han entregado en este mandato y apostó por la solución de la vivienda pública, mientras que Mateu Aínsa entiende que esa sería una acción incompleta, insuficiente para abordar el problema en su dimensión real, «es necesaria la colaboración del sector privado y políticas de rehabilitación», propuso, además de pedir explicaciones por «las calles del antiguo cuartel de Santiago que llevan abiertas 25 años y no se ha construido», recordó.
Jordi Tutzó lo señaló como el primer eje de su programa con medidas como la cesión de suelo al Govern para la construcción de más vivienda de protección, dar confianza a los propietarios para incrementar la oferta de alquiler y más control de la oferta turística ilegal que también incide en el problema.
Puerta a puerta, aplazado
Otro de los temas sobre los que se extendieron los candidatos es la recogida de las basuras puerta a puerta, que de hecho tendría que haber comenzado el 1 de mayo, que es la fecha propuesta por la adjudicataria del servicio. ¿Hace años que debía estar implantado, se ha retrasado ahora por las elecciones?», preguntó un asistente. Héctor Pons reconoció que se ha demorado su puesta en marcha por considerar que no era el momento oportuno, que es una medida positiva, pero que aún genera dudas en las zonas o barrios de mayor densidad y que la implementación ha de ser progresiva.
Tutzó fue más contundente, estamos en un 20 por ciento del reciclaje y la UE obliga ya al 50-70 por ciento, «no se puede seguir enterrando la basura, es insostenible, la gente ha de ser consciente, el cambio es vital», argumentó.
Mateu Aínsa les recordó a ambos que el puerta a puerta se presentó como una prioridad en 2015 para Ara Maó «y ocho años después es la constatación de su fracaso», le dijo. Y sacó a colación la tasa que conlleva y que tendrán que pagar los vecinos, «el coste está calculado en 3,5 millones anuales», apuntó, pero no tuvo respuesta.
Xisco Cardona llevó el asunto más lejos, le sirvió para recordar que en Milà se entierran animales y lo cobran como incineración y acusó al alcalde de la imagen de Maó por las pintadas y la suciedad en las calles, «no se limpia, me da vergüenza», le espetó.
En el debate aparecieron asuntos como la gestión del servicio de la Policía Local, con referencias todavía a los años de gobierno del PP, el Conservatorio y la antigua nave de la Seat en la plaza Miranda, donde Cs propone el conservatorio profesional y el PP un centro para jóvenes. No faltaron alusiones al Freginal y la Sínia Costabella por parte de Aínsa y a la Esplanada con ideas diversas y con la izquierda más interesada en el futuro que en repasar los últimos cuatro años.