Adolfo Vilafranca ha tenido que afrontar más dificultades de las previstas para cerrar el organigrama del nuevo gobierno del Consell de Menorca. La renuncia por motivos «personales y laborales» de dos de los consellers electos por el Partido Popular, Elvira Capó y Manu Morales, ha obligado a correr la lista e incorporar al ejecutivo de la Plaça de la Biosfera dos nombres más experimentados en la militancia popular: Núria Torrent y Simón Gornés.
El hecho resulta insólito porque no han pasado ni dos semanas desde la victoria electoral del PP el 28 de mayo. Un triunfo que no había previsto ninguna encuesta y que sitúa en el gobierno a unos consellers que, en principio, se veían en la oposición. Con Elvira Capó y Manu Morales se caen dos de los nombres que aportaban renovación al equipo del PP en el Consell, una lista cuya confección ya fue tormentosa por la rebelión de las juntas locales que acabó costando la candidatura a la presidenta insular del partido, Coia Sugrañes.
Investido en segunda vuelta
Vilafranca debe tomar posesión a principios de julio en un pleno donde no tiene mayoría absoluta, pero tampoco necesita el apoyo expreso de Vox en una segunda vuelta: le basta que Maite de Medrano no apoye a un candidato de la izquierda -un escenario que resulta inverosímil- para ser investido. Así las cosas, ha diseñado un equipo de gobierno con seis consellers electos y un séptimo cargo no electo, cuyo nombre todavía no ha trascendido, para ponerse al frente del área de Movilidad.
Respecto al gobierno de la anterior legislatura, se reduce un conseller -actualmente PSOE, Més per Menorca y Unidas Podemos suman ocho- y se anuncia un recorte del segundo escalafón de gobierno, los directores insulares, que hasta ahora suman otros 19 cargos políticos en la institución.
Pendientes del pleno de investidura y de aprobación del nuevo organigrama, estos serán los futuros consellers electos en el gobierno del Consell de Menorca. Falta por sumar un séptimo no electo.