A Dolfo Vilafranca se le ha caído el andamio a las primeras de cambio, dos consellers electos, Elvira Capó y Manu Morales, han renunciado a formar parte de su equipo antes de haber tomado posesión del cargo alegando motivos personales y laborales. Los dos siguientes en la lista, Simón Gornés y Nuri Torrent, serán quienes inicien el mandato y completarán el equipo junto a Carmen Reynés, Joan Pons Torres y Maria Antònia Taltavull.
Las explicaciones de los protagonistas de tan inaudito episodio fueron nulas o escuetas. Capó guardó silencio y Morales alegó los consabidos motivos laborales. Ambos habían pasado el miércoles por la notaría para firmar su renuncia a formar parte del Consell de Menorca, cargo para el que habían sido elegidos el pasado 28 de mayo.
Tampoco el partido ofreció explicaciones adicionales. Morales es profesor del instituto Maria Angels Cardona de Ciutadella, una profesión que es auténtica cantera de la política por su condición de funcionario de carrera. Es posible que su espantada obedezca a razones de incompatibilidad con el equipo o a una victoria que no esperaba y que ahora le obligaría a cambiar de planes por exigir dedicación exclusiva.
En el caso de Elvira Capó, su condición de interventora interina en el Ayuntamiento de Ciutadella puede haber pesado en la decisión. Una excedencia en casos así no tiene las mismas garantías que la del empleado públicio con plaza fija.
Un hecho inusitado
En cualquier caso, que la tercera parte de los elegidos en una lista se desentiendan de la responsabilidad para la que han sido elegidos es inusitado, máxime después de haber ganado. La candidatura había sido confeccionada por el propio Vilafranca, con la particularidad de incluir ya un perfil para el área que asumirían en caso de ganar, según dijo en la presentación de la misma. Cinco de los seis primeros, los electos finalmente, son de Ciutadella y tras el reajuste obligado por las renuncias, ahora serán cuatro de Ciutadella y dos de Maó. Se ha superado el criterio territorial y no hay representación de otros municipios.
Un conseller no electo
Vilafranca ha afrontado el impacto de su primera crisis, que ha llegado antes de haber empezado a gobernar, dando a conocer el organigrama de su equipo. Una de las principales novedades y a su vez una incógnita es el nombramiento de un conseller ejecutivo (no electo), que llegará después de la constitución del Consell en julio. Para él se reserva además el área de Movilidad, la patata caliente de la gestión, que hereda dos mandatos de mucha discusión y muy poca acción.
Del reparto de áreas, destaca también el rol que asumirá Simón Gornes, el más veterano en un cargo que ejerció en el último mandato del siglo pasado cuando fue en la lista de Joan Huguet. Fuentes del partido relatan que también se habría mostrado reticente, pero que aceptó después de haber sido presionado, para evitar que la crisis tomara una mayor dimensión. Funcionario de la institución y uno de los aspirantes a la gerencia de la Agencia Menorca Talayótica, la política se ha interpuesto en su trayectoria profesional.
Por su parte Nuri Torrent debuta en esta plaza con la misión nada sencilla de reconducir la política de territorio con un PTI recién aprobado.