Ritmos variados, y para diferentes edades que comenzaron a sonar con la caída del sol.Así, en la zona de la estación marítima el principal protagonista fue el folklore, que llegó de la mano del Cuadro de Bailes de la Casa de Andalucía, primero, y las danzas tradicionales catalanas ofrecidas por el Esbart Dansaire de Sant Martí, que se desplazó para la ocasión desde Barcelona.
Entre tanta música, el toque diferente se encargaron de ponerlo las jóvenes gimnastas del futuro, las alumnas de la agrupación BS Menorcarítmica, y el siempre vistoso y entretenido espectáculo de animación infantil de Pinyeta Pinyol, en la zona de Autoridad Portuaria. Un espacio este último en el que también sonaron las melodías tradicionales de Los Veteranos y Arrels de Menorca.
A medida que avanzaba la noche se fueron sumando nuevos espectáculos, cada vez de corte más moderno, como los que ofrecieron formaciones del estilo de Café Soul, Spanglish o Feedback. Ritmos que convirtieron el puerto en un auténtico festival de sonidos a la espera de la gran traca final y la despedida hasta el año que viene.