El impulso de las reformas estructurales para modernizar la oferta turística y la mejora de las conexiones aéreas, con la posibilidad de que los aeropuertos de las Islas sean más competitivos en tasas, mientras se implanta el modelo de cogestión, serán las dos líneas prioritarias de trabajo de la Conselleria balear de Turismo para recuperar cuota de mercado. Así lo aseguró ayer el titular del departamento, Miquel Ferrer, en su primera comparecencia ante los medios en el marco de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), que se celebra en Madrid.
Después de un ejercicio, el de 2009, de bajadas importantes en el flujo de turistas hacia Balears -un 11,3 por ciento menos que en 2008 en el cómputo global-, Ferrer afirmó que se espera una mejora para la temporada de 2010, aunque sin ofrecer cifras porque, añadió, "hacer previsiones resulta cada vez más difícil".
Respecto a la aplicación del decreto Nadal y la simplificación de trámites administrativos para acometer "las reformas profundas que necesita la oferta", el conseller balear de Turismo manifestó que ésta es "la línea a seguir" y que las negociaciones con el Consell de Menorca, que ha impugnado el reglamento que desarrolla la normativa "marchan bien, esperamos llegar a un acuerdo".
Ferrer incidió en la necesidad de mejorar la conectividad aérea y apostar por una cogestión aeroportuaria "real", "sólo pedimos que nos dejen competir", añadió. Por otro lado, el responsable de Turismo subrayó, en su análisis sobre la situación del sector, la necesidad "más que nunca" de la coordinación entre la Administración y la empresa privada. Ante un momento coyuntural "complicado" y los "graves problemas estructurales, nuestra obligación es afrontarlos y apostamos por esa coordinación.
Unidad
Los ejemplos de ese "plus de unidad" citado por el conseller son, afirmó, el plan de marketing "consensuado con el sector y que se está aplicando" en la promoción turística, así como los convenios a tres bandas (sector público, privado y touroperadores) que se presentan hoy jueves, durante la celebración del Día de Balears en FITUR. Una colaboración que se presenta como una medida excepcional para reanimar la actividad turística en Menorca, que fue la isla que más turistas perdió en 2009, con un descenso del 12,7 por ciento respecto a 2008, aunque Ferrer no descartó su implantación en el resto de la Comunidad.
Los acuerdos con los mayoristas se enmarcan, aseguró, "en esta línea de coordinación" entre lo público y lo privado, y son la muestra, añadió Ferrer, de que es el momento de actuar "con valentía" y de "tomar decisiones concretas y palpables". Asimismo el conseller garantizó que se incrementará la colaboración con los consells insulares en materia turística.
Sobre la modernización de la planta hotelera y las ayudas del Plan Renove, Ferrer informó de que 30 proyectos se han acogido en Balears a la línea estatal de financiación.
La ocupación en el sector, un "punto de luz" en el túnel
Balears recibió el año pasado 11.609.161 turistas, 8.979.986 extranjeros (-9,5 por ciento) y 2.629.175 españoles (-16,9 por ciento). De dicha cifra de visitantes, ofrecida ayer por el conseller de Turismo en FITUR, Menorca se llevó 987.671, un 12,7 por ciento menos que en 2008. Sin embargo, y pese a reconocer la existencia de dificultades, Miquel Ferrer manifestó que hay "un punto de luz" en las estadísticas, y es que el turismo sigue siendo el principal nicho de ocupación laboral en las Islas. Y eso a pesar de que durante 2009 el sector turístico (restauración y hospedaje), registró una media anual de 71.154 trabajadores en activo, 4.156 trabajadores menos que en 2008.
Resistencia
El responsable de Turismo del Govern vio una señal positiva en la "resistencia" de las estancias turísticas en temporada alta. Ferrer afirmó que el número de estancias disminuyó menos que el porcentaje de turistas. Así, el total de estancias en 2009 fue de 113.511.699 en Balears, 3,5 millones menos que el año anterior. Las estancias en Menorca sumaron 9.158.256.
En cuanto al gasto turístico, las cifras de 2009 son positivas respecto al año anterior, pero Ferrer señaló que "no podemos ser falsamente optimistas, ya que 2008 fue un año muy malo en cuanto a gasto turístico, que ese dato no distorsione la realidad". Una realidad marcada por la situación económica en los mercados emisores y que, aseguró, se vio agravada por los atentados terroristas en Mallorca y la alarma generada por la epidemia de gripe A. Transcurrida una sola jornada de la feria, en el stand balear se respiró ayer un ambiente cargado de ganas de remontar la crisis en 2010.