Tiene un punto soberbio que le facilita ser valedor del modelo de político que predica, un político alejado de la corrupción y la ambigüedad, defensor de sus principios "con contundencia, con claridad y sin complejos". Carlos Delgado Truyols (Palma, 1975) presume de decir las cosas claras –"conmigo gusta o no gusta pero todos saben lo que digo y lo que voy a hacer"– y apela a un cambio de estilo, de formas en la vida política, que sustituya lo políticamente correcto, en el sentido de quedar siempre bien, por "trabajar para el pueblo y no hacer nada raro".
Abogado de profesión, casado con tres hijos, corredor empedernido, se queda con "El Padrino" –"aunque se pueda malinterpretar, me encanta esta película"– y con Eric Clapton y confiesa que "El arte de la prudencia", de Baltasar Gracián, es su libro de cabecera. Y con prudencia pero sin miedo se enfrenta a José Ramón Bauzá por la presidencia del PP en Baleares. Delgado es consciente de las similitudes existentes entre ambos, pero también de las diferencias –"hay una cosa que nunca tendrá, la credibilidad que nosotros tendremos", sostiene–, unas diferencias que, a buen seguro, marcan distancias. Pasen y lean.
¿Contento con el congreso?
Me parece extraordinario porque el impulsor inicial de esta fórmula fui yo, el único que en el Congreso de 2008 defendió que hubiera unas primarias y la idea de "un militante, un voto". Entonces, como en muchos otros temas, me quedé solo aunque, al final, se está demostrando que la tendencia va hacia los postulados que yo defendía y a la que se sumaron muchos compañeros. Por tanto, la mayor satisfacción es la mía.
¿Es mejor que hayan diferentes candidaturas que una de consenso?
Por supuesto. Va haber un antes y un después de este congreso. La democracia ha llegado a la sociedad española hace 30 años y elegimos nuestros representantes en las distintas instituciones sin unos intermediarios que se llaman compromisarios. Votamos al alcalde o al presidente del Govern sin nombrar antes a unos señores que les elijan. Entonces, ¿por qué no una democracia directa en los partidos?. Ya era hora. Espero que se extienda a otros partidos, que cambie el chip de los dirigentes porque su voto vale exactamente lo mismo que el de cualquier afiliado y creo que va ha haber sorpresas.
Ha expresado públicamente que limitaría su mandato municipal a ocho años, ¿lo mantiene?
Sí, sí por supuesto. De hecho ahora ha habido elecciones en la junta municipal de Calvià y no me he presentado. Hemos elegido el nuevo candidato y le he apoyado y lo hago encantado y convencido de que es lo mejor para el partido. Sinceramente, me equivoco como todo el mundo aunque creo que en este caso he dado un ejemplo. Gané después de 20 años de socialismo en Calvià, la primera legislatura con mayoría simple, la segunda con mayoría absoluta y el ciclo se terminará y el éxito que puede haberse logrado culminará, cuando haya un alcalde del PP que no sea Carlos Delgado y creo que es mucho más fácil que haya otro ciclo de ocho años más del PP sin mí.
Tras pactar con Unió Mallorquina en Calvià, recomendó en 2007 un pacto entre PSOE y PP para evitar que una fuerza minoritaria controlase el gobierno de la Comunidad. ¿Sería adecuado un pacto así en este momento concreto o es tarde?
Tuve un pacto con UM y gracias a ello sé lo que es tener un pacto con determinados partidos, estar sometido continuamente al chantaje en la toma de determinadas decisiones . Uno se de cuenta de que hay pactos socialmente inconvenientes o políticamente poco recomendables. Como lo sufrí en mis propias carnes, puedo hablar con cierta credibilidad y, en estos momentos, me mantengo en lo que dije al día siguiente de las elecciones de 2007, cuando abogaba por el pacto con el PSOE porque creo que la gran lacra política de estos años en Balears ha sido UM y que se podría gobernar perfectamente por el PSOE en solitario Balears y también por el PP. Creo en la alternancia política y que tanto unos como otros están preparados para sacar adelante esta tierra. Si siempre dependen de los mismos al final no hay esa limpieza generacional y esa higiene política y democrática que tiene que haber y yo defiendo.
O sea que, adelante con un pacto PSOE-PP
Igual que estamos demostrando que estamos madurando a nivel político interno partidista creo necesaria una maduración a nivel político-institucional que no se ha producido pero que llegará tarde o temprano y haremos un gran favor a nuestro país y nuestra comunidad autónoma. De momento, no parece ser que vayan por ahí los tiros pero llegará y no será muy tarde porque se está desmitificando UM y cuando antes era el partido deseado por todos ahora es menospreciado por todos, algo que se han buscado. Sigo en esa línea y estoy absolutamente convencido que ahora lo que hay que hacer es llegar a acuerdos puntuales con el PSOE para llegar a final de legislatura haciéndolo lo mejor posible por Balears y luego elecciones que coloquen a todo el mundo en su sitio.
¿Descarta mociones de censura y elecciones anticipadas
No soy partidario de gobernar para nada con UM sí con el PSOE, que tendría que desembarazarse de sus socios, lo que parece ser que no va a pasar. Si lo hiciera sería partidario de permitirle y ayudarle a llegar a final de legislatura. En caso contrario, me plantearía en ciertos casos la moción de censura con UM pero para convocar elecciones al día siguiente, explicando muy bien a la sociedad que es única y exclusivamente con el objetivo de acabar con esta situación de inestabilidad política y económica y de interinidad y que haya un presidente y un gobierno fuerte lo antes posible.
Son conocidos sus enfrentamientos con la cúpula de su partido. Si no está en ella a partir del 6 de marzo, ¿seguirá teniéndolos?
Los tuve incluso con mi ex presidente Jaume Matas porque le dije lo que opinaba de UM. Esas pequeñas divergencias existieron pero el tiempo he demostrado que tenía razón y algunos de mis compañeros lo han reconocido al igual que han reconocido que UM les traicionó. En estos momentos la relación con mi partido es mucho mejor porque considero que se están haciendo las cosas mejor, para empezar se ha convocado este congreso abierto a la militancia, y porque he hecho manifestaciones que han gustado en general, hablando de la integración el día después, cosa que no ha hecho mi rival, lo que ha sido interpretado como un gesto de cara a la unidad del partido. En estos momentos mis compañeros de partido saben que tengo una personalidad especial, que digo siempre lo que pienso, pero no me ven como un peligro porque he demostrado con hechos que no tiene porqué ser así.
¿Qué le diferencia de su rival?
Tenemos ciertas similitudes, los dos somos alcaldes, hemos llegado a la política desde una profesión previa a la que tenemos intención de volver, no necesitamos la política para vivir y hemos tenido una gestión seria, discutible o no, pero caracterizada por la honradez, no hemos tenido ningún tipo de problema legal ni parece ser que vaya a surgir. Tenemos unos requisitos interesantes para estar en política y la principal diferencia entre él y yo es cómo vemos la política y cómo creemos que se tiene que actuar en política, además del carácter. El suyo es mucho más reservado, le cuesta más definirse, es más lento en la toma de decisiones, es menos valiente y es ambiguo y, a veces, contradictorio. Podríamos hablar de diversas cuestiones, como por ejemplo, la libre elección de lengua en las que le he oído cambiar de opinión tres o cuatro veces. A él le caracteriza o la contradicción o la ambigüedad y a mí no. He tenido siempre la misma línea, no me he contradicho nunca. Mi carácter es más impulsivo más fuerte y el suyo más reflexivo y menos impetuoso.
Hablando de ambigüedad, ¿el PP no arrasa porque no se muestra firme en cuestiones clave?
Estoy absolutamente convencido de que es así. El PP ha defraudado durante varias legislaturas a muchos de sus afiliados hasta el punto que nos estamos dando cuenta de que hay una baja importante de afiliados que se van por ejemplo a un partido de izquierdas, como por ejemplo UPyD. Nosotros lo hubiéramos tenido muy fácil porque los principios de los que ellos se nutren deberían ser irrenunciables para nosotros y no ha sido así. Incluso hemos dicho que defendíamos esos principios y luego hemos demostrado o que engañábamos a nuestros electores o que no teníamos la personalidad y el carácter suficiente para defenderlo frente a determinados grupos. Hemos sido cobardes y hemos traicionado a nuestros votantes y eso no puede volver a suceder porque si no seguiremos perdiendo elecciones.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentaría el PP si consiguiera gobernar en Menorca?
Conciliar perfectamente la protección de la Isla con determinados equipamientos que permitan desestacionalizar un poquito, algo que roza la utopía, pero que hay que buscar, dando más atractivos que animen al turista. Conciliar, por tanto, la preservación de la Isla con la mejora absolutamente necesaria de sus infraestructuras de cara al turismo.
¿Es consciente de que para gobernar tendría que ganar las elecciones por mucho para no depender del PSM?
Sí, pero creo que hay ciclos políticos. Todo llega en su momento y todos los partidos caen en el sentido de que pierden alguna vez. En Calvià parecía que era imposible que Margarita Nájera dejara de ser alcaldesa y yo le gané. Esto es ley de vida y es sanísimo y buenísimo. También parecía imposible que alguien pudiese ganar a Felipe González o que alguien pudiese ganar a Zapatero y le van a ganar, se lo está trabajando a pulso para ser derrotado. Llegará un momento que, por un cambio generacional o porque se abran nuevas perspectivas de futuro, que va haber un cambio político y será muy bueno para Menorca. Cuando se hace un trabajo sensato, una oposición coherente, dura y constructiva al final llegan los resultados. Hay que ir sembrando Menorca de ideas para que, en un determinado momento, florezcan y podamos recoger sus frutos.
Su afirmación de que va a ganar Mariano Rajoy a mí me sorprende. ¿Si está mejor valorado Alberto Ruiz Gallardón por qué va a ser él el candidato?
Por estas cosas que ocurren en los partidos políticos, yo soy el más firme defensor de que el mejor candidato es el elegido por las bases. Si soy presidente del PP de Balears, defenderé que se haga un congreso abierto a nivel nacional para elegir al candidato a la presidencia del Gobierno.
El reto de superar la degradación política
"Hemos llegado a un nivel de degradación política muy grave. No debemos olvidar una cosa, en la sociedad existe ese nivel de degradación. El problema es que, en estos momentos, en la sociedad hay una crisis de valores total y eso traslada a una muestra que es la vida política pero en cualquier otro mundo o esfera profesional, laboral o social pasa exactamente lo mismo. En estos momentos en la política se están destacando una serie de asuntos que reflejan una degradación que el ciudadano no acepta porque no es aceptable.
Desde el primer momento que se maneja dinero público, la pulcritud debe llegar al grado máximo. Cuando hay dinero público la gravedad es mayor, no es lo mismo robar a una empresa privada que que alguien robe el dinero de todos. El problema lo tiene la sociedad porque es mucha la gente que no tiene ningún pudor en realizar determinados actos.
Vamos a cambiar el sistema, poner más filtros y, sobre todo, cambiar la filosofía de trabajo porque esto ha ocurrido porque nunca pasaba nada o porque todo el mundo lo hace y lo vamos a hacer. Cuando un líder trabaja de una forma determinada, en cascada se va trabajando de esa determinada manera. Hay que intentar crear una escuela de intentar hacer las cosas bien, con las equivocaciones que todo ser humano comete, pero no la escuela de meter mano a la caja. Estoy seguro que José Ramón, en su ámbito, y muchos consellers son realmente honrados y lógicamente es muy difícil que cuando el conseller es honrado su director general no lo sea".