El programa de Turismo Senior Europeo ha fracasado en Menorca. La experiencia piloto puesta en marcha por el Ministerio de Industria y Turismo a través de la sociedad estatal SEGITUR dotada con 11 millones de euros y que ofertaba 80.000 plazas en Andalucía y Balears (40.000 en cada comunidad) a jubilados de 16 países emergentes del Este europeo, entre octubre de 2009 y abril de 2010, no ha funcionado en las Islas. Al contrario de lo ocurrido en Andalucía, donde han recalado la mayor parte de las reservas de los 50.000 turistas extranjeros motivados por esta especie de Imserso europeo. Apenas 5.000 se han registrado en Balears, mientras que en Menorca se espera la visita de poco más de un centenar de jubilados griegos, según ASHOME.
Precisamente, a tenor de los malos resultados cosechados en un programa que pretendía ser la primera piedra sobre la que asentar el edificio de la desestacionalización en Menorca, el presidente de la patronal hotelera menorquina, Joan Melis, abogó ayer por un replanteamiento del programa. De hecho, la entidad ya se ha puesto en contacto con los responsables de SEGITUR para estudiar nuevas fórmulas que impulsen esta iniciativa.
Reformulación que también se plantea desde el Govern. El proyecto arrancó en Balears más tarde de lo previsto al demorarse la selección de la empresa encargada de gestionar el programa, Viajes Zoetrope. Sin embargo, Melis no achaca directamente el fracaso a este retraso ni tampoco a la meteorología -tradicionalmente más benigna y atractiva en el sur de la Península que en el Archipiélago- sino a diversos factores.
En primer lugar cita el bajo poder adquisitivo de los países del Este a los que va dirigido el programa, cuyos ciudadanos no dan el paso de viajar a las Islas a pesar de estar las plazas subvencionadas. A este handicap suma el eterno problema de las conexiones aéreas que arrastra Menorca. La Isla no tiene vuelos directos con países como Eslovaquia, Hungría o Polonia y las escalas en Palma podrían ser a la larga contraproducentes porque el viaje hasta Menorca sería más largo y, en futuras visitas, ante una oferta similar, el turista podría elegir el viaje más corto hasta Mallorca.
Lo ideal es que el programa se reconduzca a países como Alemania, Reino Unido y Francia entre otros. Es cierto que los touroperadores tradicionales tienen algo que decir al respecto porque ese mercado ya está comprometido por eso hay que buscar nuevas fórmulas", apuntó Melis. "En Europa hay más de cien millones de personas entre 55 y 65 años y muchas de ellas tienen recursos e independencia familiar para poder viajar todo el año y a ellos debemos dirigirnos", añadió. En opinión del presidente de ASHOME, al igual que se arriesgan los hoteleros abriendo sus establecimientos en temporada baja para acoger este tipo de clientes, las compañías aéreas también deberían arriesgar abriendo nuevas rutas. "Los primeros años no se llenarán ni hoteles ni aviones pero se creará una rutina en favor de este tipo de turismo", aseveró.