El presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, defendió ayer en Maó la validez y "relevancia" del cambio político en el Gobierno vasco, propiciado por el pacto entre el PP y el PSOE, y aseguró que en dicha comunidad "están cambiando muchas cosas, fundamentalmente la convivencia". "No negaré que existen problemas, pero el clima es distinto", declaró el parlamentario momentos antes de ofrecer una conferencia en el Ateneu, titulada precisamente "El cambio político en Euskadi".
Acompañado por el senador autonómico Joan Huguet, del PP, y el senador por Menorca, el socialista Arturo Bagur, Javier Rojo explicó que la falta de libertad y la conculcación de derechos "sin dramatizar, es una realidad en la que hemos estado" en el País Vasco, y añadió que el Estado de Derecho se ha mantenido gracias a la valentía de una parte de la sociedad vasca, sobre todo la de "aquellos que ya no están".
Sin marcha atrás
Según Rojo, "el cambio en Euskadi era obligado" y, aunque los nacionalistas, de quienes aseguró "yo no los excluyo, no son enemigos, son adversarios políticos", volvieran a gobernar "las cosas nunca serán ya igual".
El presidente del Senado manifestó sentirse "encantado del cambio político que tenemos", admitió que "no nos duelen prendas decir que sin el PP no gobernaríamos", y aseguró que la sociedad vasca percibe dicho cambio "con normalidad, las cosas siguen funcionando, hacemos lo mismo, pero aquellos que creían que había impunidad se dan cuenta de que no van a ninguna parte, y si no cambian les cambiarán, les vaticino un futuro muy negativo".
Imagen distorsionada
Javier Rojo, quien expresó su orgullo de ser vasco y su deseo de que sus nietos puedan vivir una realidad distinta a la que han vivido sus hijos, añadió que "unos pocos han mancillado nuestro nombre y nuestra vida, porque la gran mayoría de la sociedad vasca es buena gente, un pueblo hospitalario, solidario y emprendedor, y un país muy mestizo".
El socialista resaltó que el terrorismo ha "distorsionado" la vida y la realidad de la sociedad vasca y subrayó que "la democracia no tiene que dar héroes, porque significa que algo está fallando, yo no quiero ser héroe de nada". Preguntado sobre las razones por las que el acuerdo entre PP y PSOE no ha sido posible hasta ahora, Rojo reconoció que si "hace 25 años me lo preguntan hubiera dicho que no, es un camino que hemos tenido que hacer". El político vasco se declaró "un pactista nato, me gustan los pactos, creo que es donde está la mayoría de la sociedad", porque las "posiciones numantinas" añadió, no resuelven los problemas. Rojo aseguró que el cambio "sin el apoyo del PP no hubiera sido posible hacerlo" y aceptó que este pacto, fuera del País Vasco, sea más difícil de entender, "a juzgar por las relaciones" de ambos partidos, "pero allí esto lo estamos entendiendo perfectamente".
El presidente del Senado recordó a "todos los hombres y mujeres que ya no están, si hay algo que nos ha dado fuerza en todo lo que hemos hecho han sido las víctimas del terrorismo, que nos han dicho no podéis doblar la rodilla". Javier Rojo se pronunció asimismo sobre el bloqueo de la renovación de cargos del Tribunal Constitucional y afirmó que "el problema lo tiene la política, porque no ha resuelto su composición y toca pactar; no se puede trasladar al tribunal la responsabilidad y nos equivocaremos si desacreditamos al Constitucional y si devaluamos las instituciones porque haya cuestiones de complejidad".