Tal como adelantó este periódico, el problema de la agitación del agua en el interior del nuevo puerto exterior de Ciutadella ha motivado a Ports de les Illes Balears a alargar el dique con dos cajones más, o lo que es lo mismo, con una extensión de 80 metros en el brazo exterior. Ayer, el presidente de Ports de les Illes Balears, Jaume Carbonero, se reunió con representantes del Consell y del Ayuntamiento de Ciutadella para explicarlos las últimas modificaciónes introducidas en la infraestructura para hacerla, según Carbonero, más operativa. De este modo, el dique exterior tendrá una longitud que rondará los 640 metros.
La colocación de estos dos cajones en un ángulo más abierto que la silueta actual del dique permitirá, según los responsables del ente público, reducir significativamente el número de horas en que el nuevo puerto de Ciutadella estará cerrado al tránsito, pasando de las 58,5 horas de cerramiento previstos en el proyecto original a solamente 25,87 horas. El alargamiento del dique se complementará, tal como también informó este periódico, con la supresión de un muro de amortiguación que estaba previsto en el proyecto original y que, según el presidente de Ports Jaume Carbonero, "era un impacto paisajístico muy grande que debía reestudiarse para poder conservar el estado natural del muelle y diferenciar así el puerto de Ciutadella del resto de puertos convencionales". La construcción de este muro estaba contemplada en el proyecto original que se adjudicó a Ferrovial, pero la posterior negociación presupuestaria con esta empresa acabó con la supresión de esta obra.
SIETE MILLONES MÁS
La construcción de los cajones implicará una inversión adicional como mínimo de siete millones de euros, cantidad que no recoge ni la mano de obra ni las tareas de colocación, simplemente la fabricación del material. Ports ha decidido adjudicar esta obra de manera directa a Ferrovial, la empresa que ya es la responsable de construir el resto del dique.
Con la colocación de estos dos cajones en un ángulo más abierto que el resto del dique permitirá, según Carbonero, reducir notablemente la agitación interior en el nuevo puerto exterior, con lo que también será posible, añade, que amarren en la infraestructura embarcaciones de hasta 250 metros, cuando en el proyecto inicial el límite eran 160 metros de eslora.
CRUCEROS Y NAVIERAS
La prolongación del dique permitirá, como ya se ha dicho, que amarren en el nuevo puerto exterior embarcaciones de hasta 250 metros de eslora. Esto supone, asegura Carbonero, dar cumplimiento al acuerdo del Ayuntamiento de Ciutadella de facilitar el amarre de cruceros en la nueva infraestructura. Pero, añade, esta prolongación de la infraestructura no obedece solamente a la petición de la llegada de cruceros, sino también "a la dinámica actual de los barcos regulares, que tienden a ser cada vez más grandes, y queremos un puerto lo más operativo posible, flexible y con visión de futuro".
En este sentido, Carbonero aseguró que "la del puerto es una inversión muy importante, y el resultado debe ser también muy satisfactorio. Por eso, no debe pasarnos que cuando esté acabada la infraestructura pensemos que habríamos podido mejorarla. Ahora los problemas son más fáciles de resolver que con la obra acabada".
NO AMARRES EN EL CANAL
Otra de las propuestas que se trataron ayer fue la que, tal como informó este periódico, surgía de un sector del mundo náutico y que solicitaba poder instalar amarres en el canal interior formado entre el dique exterior y el interior. "Este espacio está concebido con una función de defensa, no para ubicar embarcaciones", aseguró Carbonero. Otro aspecto que se descartó, también alegando motivos de seguridad, es el amarre de embarcaciones en el exterior del dique, una posibilidad que se había contemplado en el estudio de posibilidades para que los cruceros utilizaran el nuevo puerto exterior de Ciutadella. Ayer, esta idea quedó definitivamente borrada del mapa.