El puerto de Ciutadella permaneció cerrado ayer, entre las 6 y las 17.30 horas, por la amenaza de rissaga y el barco de la naviera Iscomar "Nura Nova", que debía atracar a las 11,30 de la mañana, tuvo que permanecer fondeado a media milla del puerto a la espera de la orden de apertura del puerto. Finalmente, el buque pudo atracar a las 18 horas, con casi un centenar de pasajeros cansados de esperar en su interior, muchos de ellos 'moteros' que se disponían a participar en la concentración de Harleys prevista para el fin de semana.
El Servicio de Emergencias de Balears informó de que el IG-0 se rige por los planes de emergencia de la Comunidad, y supone una probabilidad baja de que realmente ocurra el fenómeno, de entre un 20 y un 40 por ciento, aunque debido al peligro potencial, se opta por decretar la alerta, y los organismos competentes, en este caso Ports de les Illes Balears, dependiente del Govern, ordena o no el cierre. Los criterios seguidos para poner en marcha este dispositivo de emergencia fueron ayer criticados por los responsables de la naviera Iscomar, quienes reclamaron "que se profesionalice" el servicio del puerto de Ciutadella y recalcaron que, finalmente, la rissaga no llegó a producirse ni el mareógrafo registró oscilaciones, pero sí se produjeron perjuicios para los pasajeros del barco, que pasaron más de seis horas encerrados a bordo, a la espera de poder desembarcar. Desde Iscomar se considera que los parámetros para decretar la alerta "van en contra del tráfico marítimo y de Menorca".