Serán las lluvias de primavera o el trabajo realizado por el sector turístico y la Administración este invierno, pero los ansiados brotes verdes ya parecen atisbarse en el transporte aéreo, otra cosa son las tarifas y la incertidumbre que genera el volcán islandés. Durante esta temporada de verano operarán con el Aeropuerto de Menorca 69 ciudades de 15 países diferentes (incluida España), frente a las 63 de 2009. Apenas son seis más, un 8,6 por ciento, pero a tenor del desolador panorama que deja la crisis, la cifra no es desdeñable. España y el Reino Unido siguen siendo los destinos estrellas, lugar de origen o llegada de la mayor parte de los vuelos con los que está conectada la Isla, según informaron fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Pero junto a estos destinos también están programados Italia, Alemania, Eslovaquia, Bélgica, Irlanda, Suecia, Portugal, Eslovenia, Francia, República Checa, Polonia, Suiza, y Holanda.
Las perspectivas parecen ser buenas, de hecho, según las mismas fuentes, los movimientos en el Aeropuerto previstos para la temporada alta (del 28 de marzo al 30 de octubre) es de 20.802. Las reservas de las compañías para las maniobras de llegadas y salidas, es decir, los slots. Con la cautela que implican unos datos que aún son una mera programación y su necesaria confirmación, éstas cifras significan un incremento aproximado del cinco por ciento en el número de slots previstos respecto a la temporada pasada. La lectura que hace el conseller insular de Turismo, Lázaro Criado, de todos estos datos es optimista. "La razón por la que incrementamos el número de rutas es porque los agentes turísticos y económicos ven a Menorca como un destino que merece la pena", subraya, al tiempo que destaca la incorporación de nuevas ciudades en un momento de crisis económica mundial sin parangón, todo ello gracias al hecho de que "el turismo se ha convertido en una manifestación más de consumo". Para Criado, la incorporación de nuevas rutas con Francia o el Este de Europa también es una forma de diversificar el mercado, de disminuir riesgos y romper la excesiva dependencia con ciertos países emisores, cuya situación económica interna, marcaba hasta la fecha el éxito o no de una temporada turística. Respecto a las rutas con algunas ciudades del Este de Europa, Criado reconoce que la situación económica de estos países es limitada, pero el volumen de consumidores potenciales con deseos de viajar es amplio. "Su renta per cápita está por debajo de la nuestra y ahora viajan de forma tímida, pero hay que empezar a sembrar para después recoger y Polonia es uno de los países que esta en proyección", explica el conseller.
Para el presidente de la patronal hotelera menorquina ASHOME, Joan Melis, el incremento de las rutas con la Isla significa un aumento de la posibilidad de llegada de más clientes y por tanto más negocio. Al respecto destaca el incremento de las conexiones con Alemania gracias a los acuerdos alcanzados con los principales touroperadores del país germano: "Esta temporada tendremos un vuelo semanal desde cuatro aeropuerto distintos. Esto es muy importante. Si no hay vuelos, no hay clientes", apostilló Melis.
Desembarco de agentes de viajes y periodistas rusos
Apenas permanecieron en Menorca durante ocho horas, pero el grupo de agentes de viajes y periodistas rusos especializados en turismo que desembarcó en la Isla ayer tuvo oportunidad de conocer algunos de los atractivos que encierra este rincón del Mediterráneo. El grupo fue seleccionado por el touroperador ruso Natali Tours y estos días realiza diversas visitas por el Archipiélago con el fin de potenciar la imagen de las Islas como destino turístico dentro del mercado ruso. De hecho, el touroperador Natali Tours confía en traer 26.400 turistas rusos a Balears la próxima temporada. El pasado año llegaron a las Islas 56.400 visitantes de este país, con un gasto medio por día de 200 euros. El conseller insular de Turismo, Lázaro Criado, destaca el potencial económico de un país de 140 millones de habitantes, de los cuales 40, tienen un poder adquisitivo superior a la renta per cápita española.