Aunque la ejecución de las obras del aparcamiento de Es Grau empiece mañana, tiene una duración de tres meses y coincida con la temporada turística, se intentará que la afectación para los vecinos sea mínima, y que en todo momento se mantengan plazas hábiles para esta época, que es cuando se espera la mayor afluencia de vehículos en el municipio.
Así lo aseguró hoy el alcalde de Maó, Vicenç Tur, durante la presentación del proyecto de obra, que delimitará la zona de aparcamiento de coches y de embarcaciones con la zona de juegos. La remodelación hará necesaria la desaparición de la pista de Futbol7, si bien se mantendrá el campo de fútbol, el de básquet y se una zona de juegos infantiles.
Con la reordenación, que ha requerido un presupuesto de 221.600 euros, se prevé ampliar hasta 200 el número de plazas de aparcamiento, resolviendo de esta forma los problemas de seguridad que ocasionaban muchos vehículos que aparcaban en el arcén de la carretera durante los meses de verano.
Joana Mora, presidenta de la asociación de vecinos de Es Grau, explicó que "hace un par de años que los vecinos solicitábamos una reordenación y este año ya habíamos denunciado también que los vestuarios estaban impracticables. Nos hubiéramos conformado con una reforma, pero finalmente se ha considerado que causarían menos impacto si se transformaran en casitas de madera que se integren mejor con el paisaje".
Sobre el aparcamiento, Mora aseguró que "cuando llega el verano todos los vehículos que no caben en el aparcamiento se colocan en el arcén, de forma que es un peligro para los peatones que nos obligan a ir por la carretera y la policía se cansa de poner multas".