Una buena idea, una cesión de uso de Autoridad Portuaria y seis meses de obras han hecho posible que, quien así lo desee, pueda comer o tomarse un refresco en un faro. Eso sí, tendrá que esperar al viernes por la tarde, cuando se inaugure de forma oficial el restaurante ubicado bajo la luminaria del Cap d'Artrutx (Ciutadella), el séptimo faro de España que combinará su función de aviso a navegantes con la restauración.
El trabajo está prácticamente listo, pendiente de retoques, lo que ha permitido a sus propietarios cumplir los plazos fijados y abrir cuando la temporada turística está todavía arrancando, a la espera de los meses más fuertes. La intención de sus responsables, según explica uno de ellos, Gabriel Bagur, es estirar al máximo la campaña de verano e incluso llegar a abrir en invierno durante media jornada, aunque esta decisión estará siempre a expensas de cómo funcione el negocio.
El restaurante contará con unas setenta plazas en su interior y un centenar en la terraza. Ofrecerá cocina mediterránea, con arroces, calderas y pescado fresco, y además un servicio de bar pensado para aquellos turistas o autóctonos que hayan optado por elegir Cap d'Artrutx como lugar de paso de sus excursiones o paseos, que no son pocos a lo largo del año. "El faro forma parte de una ruta turística y nos adaptamos a ello", explica Bagur.
El faro del Cap d'Artrutx fue construido a mediados del siglo XIX y su aprovechamiento como restaurante se enmarca dentro de un plan de usos para faros impulsado por Autoridad Portuaria.