Internet de alta velocidad para todos, el proyecto incluido en el Plan Innova del Consell, está a punto de concluir una compleja fase administrativa con la resolución del concurso público convocado para la creación de las redes de acceso y de transporte así como su explotación por parte de una operadora privada.
El proyecto, licitado por 887.320 euros, está ahora a la espera de que se analicen las ofertas presentadas y se constituya la mesa de contratación para ponerse en marcha, según ha señalado la consellera de Cooperación Local e Innovación, Susana Gomila, quien confía en que todas las zonas de Menorca tengan cobertura a finales de año, ya que el pliego de condiciones del concurso establece un plazo de ejecución de seis meses.
La inversión pública, asumida por el Consell y dirigida a crear la red para que las empresas operen en zonas actualmente no rentables, retornará en parte a través de un canon de 527.574 euros que la operadora adjudicataria pagará de manera escalonada a lo largo de los siete años que dura la concesión.
La Conselleria de Innovación ha allanado el camino burocrático a las empresas que optan el concurso, mediante la firma de acuerdos con ayuntamientos y particulares por los que se han logrado los espacios en los cuales se instalarán los equipos que permitirán la conexión a internet.
El proceso comenzó con el apagón analógico y la entrada de la Televisión Digital Terrestre, en junio del año pasado, y ha requerido de la participación pública y privada. Según Gomila, "ha existido sensibilidad y se han tenido facilidades para firmar los convenios" que permitirán instalar los equipos de la red de acceso en doce torres repartidas por la geografía insular. Algunos de los emplazamientos son nuevos y otros ya existían y se han aprovechado compartiendo servicios.
El Consell ha firmado acuerdos con la Entidad Urbanística de Cala Morell, el hotel S'Algar de Sant Lluís, la sociedad urbanística de Coves Noves, la compañía Telefónica para el emplazamiento de Son Bou, el Govern balear para el uso de la torre del Monte Toro, los ayuntamientos de Maó, Es Castell, Sant Lluís, Ciutadella y Alaior, y el Ministerio de Defensa, en este caso gracias a la cesión de espacio en la montaña de S'Enclusa, en Ferreries. El objetivo, según ha explicado la consellera de Innovación, era no duplicar antenas, aprovechando las ya existentes, y utilizar las torres de la TDT, construidas por el Govern.
Tecnología abierta
Todo el proceso ha requerido la aprobación de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones, y uno de los requisitos ha sido suprimir la referencia explícita, en el pliego de condiciones, de la tecnología que debería utilizar la empresa adjudicataria. "Nosotros pensamos que la tecnología sin hilos wi-max estaría bien", ha declarado Susana Gomila, pero la Comisión exigió neutralidad y que fuera la empresa la que eligiera la mejor tecnología.
La consellera ha destacado asimismo que la Administración, al proveer la red pública, también podrá realizar un seguimiento del servicio de internet que se ofrezca y exigir que éste sea de la misma calidad que en las zonas urbanas. Según Gomila, los primeros clientes de la banda ancha en las zonas actualmente sin internet deberían estar dados de alta este mismo verano.