Con las nuevas instalaciones funcionando con normalidad, la Compañía Logística de Hidrocarburos había reservado 2010 para el desmantelamiento de las ubicadas en Cala Figuera. Estas tareas han quedado interrumpidas a la espera de contar con las licencias pertinentes que autoricen a CLH a abordar los trabajos que liberarán definitivamente unos 7.000 metros cuadrados en un codiciado rincón del puerto de Maó."Hemos dejado de trabajar en Cala Figuera porque no tenemos la licencia todavía. Diferentes organismos deberán pronunciarse respecto a los procesos necesarios para finalizar el desmantelamiento y, finalmente, será el Ayuntamiento el que dé la autorización", explicaron desde CLH.Las fuentes de la compañía petrolífera aseguraron, no obstante, que se ha completado con éxito la primera fase del desmantelamiento de las instalaciones. "Se han limpiado las tuberías y se han vaciado los depósitos con lo que todo ha quedado completamente inertizado, vacío", explicaron estas fuentes.
Una vez se obtenga la licencia, CLH procedería al derribo de los tanques y las edificaciones existentes, un cometido para el que estiman necesitar seis meses. Así las cosas, la posibilidad de que todo el proceso de desmantelamiento esté completado este año se antoja complicada.
Futuro
Este desmantelamiento y la descontaminación de los terrenos son condiciones previas para que se clarifique el futuro de la parcela de CLH, para cuya adquisición Autoridad Portuaria de Baleares había consignado 1,4 millones de euros en sus presupuestos de 2010. Una instalación náutica con marina seca es la apuesta del ente gestor, que habrá de concretar, asimismo, qué sucede con las viviendas y los terrenos colindantes.