El Grup Balear d' Ornitologia y Defensa de la Naturalesa (GOB) denunció ayer la aparición de un vertedero incontrolado de escombros y basura en una parcela del polígono industrial de Maó IV fase. Asegura que el vertedero está a la vista de todos y llama la atención no sólo por el "impacto visual" que genera sino por "la estafa" que representa para los ciudadanos que han impulsado las obras de donde ha salido esta escombrera.
"Cuando un particular o empresa decide rehabilitar una construcción, el transportista correspondiente le cobra un suplemento proporcional a los escombros que produce. Esta es una norma obligada del Plan de Residuos para garantizar que los escombros vayan a un planta autorizada de reciclaje", explica al respecto el GOB. Según los ecologistas, con las plantas de "triatges" se evita la saturación del vertedero de Milà y el consumo de territorio que generan las canteras al poder reutilizar gran parte de los materiales. "Pero algunos constructores y transportistas, de tanto en tanto, deciden desviar una parte de estos escombros y los vierten en cualquier terreno", critican los ecologistas y añaden que "de esta manera, se quedan también con la cuota que los ciudadanos han pagado para que sus residuos sean reciclados". El GOB asegura haber remitido las fotografías de la escombrera incontrolada al Ayuntamiento de Maó y al consorcio insular de residuos para que tomen medidas urgentes y sancionen a los responsables además de obligar a la restitución de los terrenos afectados.
Europa aprueba un mayor control sobre el uso del dimilín
El GOB advirtió hace unos días que un estudio llevado a cabo por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre el uso del diflubenzuro, comercialmente conocido como dimilín, ha obligado a modificar una directiva europea. Los ecologistas recuerdan que el dimilín se ha utilizado en Menorca para controlar las plagas forestales a pesar de la oposición de esta entidad al tratarse de un producto que afecta a otros insectos y trastoca el funcionamiento de los ecosistemas boscosos. En opinión del GOB, este estudio demuestra el "potencial peligroso" del dimilín y por tanto "debería descartarse su aplicación en la Isla".