La actual situación del Lazareto pesa. Son ya muchos años de diálogo con el Ministerio de Sanidad sin que haya habido un avance y eso se nota por las palabras de algunos políticos menorquines.
Arturo Bagur, senador por Menorca, explica que, desde que Borja Carreras era alcalde de Maó, ya se dialogó para que el islote se devolviera a la ciudad, "lo intentamos todo y fracasamos una y otra vez. A pesar de que estos últimos años parece que Sanidad ha abierto la mano consiguiendo que se celebre la Escuela de Salud Pública, lo cierto es que su uso sigue siendo una gran asignatura pendiente". Bagur opina que habría que ejercer más presión y llegar a un acuerdo con todas las administraciones. "Lo que no podemos hacer es pedir el Lazareto sin tener claro para qué lo queremos. Un parador sería óptimo y ya se interesaron en su día pero no hubo acuerdo entre Turismo y Sanidad".
El senador insiste en que es imposible asumir el gasto del Lazareto a menos de que se destine a algo en concreto, "hay que decir que así se ha mantenido en condiciones y no ha pasado como con la Illa del Rei, que se abandonó, pero debería abrirse a las visitas como mínimo. Esperemos que Sanidad sea generosa en un futuro".
Por otro lado, el presidente del Consell insular, Marc Pons, ha declarado que existe un compromiso claro de la Institución en cuanto a que se permitan las visitas al Lazareto, "el pasado junio, el conseller de Turismo ya explicó en el Pleno que se está negociando con el Ministerio para que la Fundació Destí pueda gestionar la las visitas al recinto. Esperamos que la temporada que viene esto sea una realidad pero no lo podemos asegurar porque no depende de nosotros".
Según Pons, la intención no es entrar en el "todo o nada", si no que hay que ir paso a paso. "Hemos tenido contactos y la propia ministra sabe cuál es nuestro planteamiento, creo que estamos enfocando el trabajo en una buena dirección".
El presidente afirma ser partidario de que el Lazareto sea un espacio "dinamizador del puerto de Maó, dado su gran potencial", pero cree que, por ahora, lo que hay que hacer es centrase en permitir que las instalaciones puedan ser visitadas. Finalmente, el alcalde de Es Castell, Juan Cabrera, opina que el islote pertenece a la historia de Menorca y los menorquines deberían tener derecho a visitarlo. "No encuentro un motivo razonable por el que no pueda visitarse.
Estoy seguro de que los gastos que supondría contar con tal servicio se cubrirían perfectamente". Sin embargo, Cabrera cree que la construcción de un Parador "sería un hecho bonito" pero que habría que ver la parte práctica y económica. "Hay otros lugares que también son emblemáticos, como el cuartel de la Explanada".
El alcalde coincide con Arturo Bagur y asegura que la administración del Lazareto sería un gasto inasumible si no se explotase de alguna manera. "Hay espacios como La Mola que se caían a pedazos y, gracias a un acuerdo con el Ministerio de Defensa, se pudo llegar a darle un uso. Si alguien pone dinero, se mantiene, si no, no hay forma de tenerlo en condiciones".