Tomé Olives, organista de la Catedral de Menorca, es uno de los cuatro aspirantes a cubrir la plaza de organista en la basílica del Pilar, en Zaragoza, y se disputa la vacante realizando diferentes pruebas. Entre ellas, el pasado lunes se llevó a cabo un ejercicio teórico sobre conocimiento de liturgia, órgano y música y, por la tarde, la composición de la exposición de una fuga.
Según ha publicado el diario "Heraldo de Aragón", las pruebas de oposición para ser el organista del templo de la capital maña son especialmente duras y han reunido a cuatro jóvenes seglares, entre ellos Olives, muy preparados para el puesto.
Tras convocarse la plaza de organista el pasado julio, fueron seis los intérpretes que quisieron presentarse a las pruebas aunque dos, uno de Bulgaria y otro del Reino Unido, fueron descartados por no presentar toda la documentación necesaria. El intérprete menorquín compite con Josep Solé, de Sabadell, y los aragoneses Juan Sanmartín y Eduardo Gregorio Val.
La basílica busca un organista que deberá interpretar música en ceremonias de mucho relieve, aseguran miembros del jurado.