El pleno de Maó aprobó ayer noche un remanente de tesorería de 260.000 euros, correspondiente al ejercicio económico del pasado año, con el voto en contra del PP y la abstención de Ciudadanos de Menorca. Además, el resultado de la cuenta de pérdidas y beneficios refleja un saldo positivo de 2,6 millones acumulados de años anteriores para el Ayuntamiento, y, perteneciente a 2009, de 452.000 euros para Promocions Urbanístiques y 310.000 euros para POIMA.
La teniente de alcalde de Servicios Generales, Àngels Andreu, subrayó que el nivel de endeudamiento correspondiente al pasado año había sido del 66 por ciento, por debajo del 78 por ciento de hace dos años y muy alejado del 110 por ciento máximo permitido. Asimismo, subrayó que el resultado presupuestario positivo, la diferencia entre derechos y obligaciones reconocidos, ascendía a 4,4 millones.
No obstante, Andreu no ocultó la coyuntura de crisis económica y sus efectos en la actividad municipal en 2009, con el descenso de los ingresos, los grandes problemas de liquidez y la necesidad de equilibrar constantemente los presupuestos municipales. A pesar de ello, Andreu expresó su satisfacción porque los indicadores económicos reflejan que el estado financiero y patrimonial del Ayuntamiento a finales de 2009 era positivo.
El portavoz de Ciudadanos de Menorca, Carlos Salgado, constató el descenso del remanente de crédito de unos 800.000 a 260.000 euros y, por contra el aumento en transferencias y subvenciones, hecho que cuestionó. Salgado se preguntó si era necesario incrementar los impuestos cuando el resultado económico era positivo y aseguró que de una previsión de ingresos del IBI de 9 millones se habían cobrado realmente unos 10,5 millones. El concejal de Ciudadanos criticó que el equipo de gobierno utilizará el impuesto de construcción para cuadrar el presupuesto municipal, ya que en 2009 se recaudó poco más de 200.000 euros cuando se había previsto ingresar 1,8 millones.
El portavoz del PP, Juan Manuel Lafuente se preguntó qué pensaría un proveedor del Ayuntamiento que lleva meses sin cobrar, cuando leyese que hay superávit municipal. Asimismo, señaló que un contable de una empresa privada que se equivocase por una cantidad similar al desfase del impuesto de construcciones sería despedido, por lo que subrayó que la gestión económica municipal era equivocada. Lafuente también se preguntó si el importe de las facturas pendientes de pago era superior al del remanente de tesorería y, por otra parte, criticó que el mensaje que se daba no se corresponde con la realidad económica municipal.