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Trayectoria vital. RAFEL TORRENT LLOPIS.

"Al Club Náutico de Ciutadella hay que revitalizarlo para que recupere la pujanza y el esplendor de antaño"

Se apartó de la administración pública y afirma que "algunos políticos al convertir la política en su ‘modus vivendi' no solo han perdido su credibilidad personal sino que la han desprestigiado"

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Navegar a vela constituye por sí mismo un placer; en medio del mar, entre el cielo y la tierra, mecido por las olas, contemplando como las nubes cambian de nariz o escuchando el sonido del viento te sientes libre; es como un sueño que se hace realidad. Rafel Torrent Llopis ha sido y es uno de los privilegiados que supo ver en la vela algo más que un deporte, captó su belleza, como su padre la variedad policromada de Menorca que plasmó en sus lienzos.

Tus primeros recuerdos, ¿cuáles son?
Familiares pocos porque mi madre murió, a causa de una de aquellas enfermedades que la penicilina hubiera curado, cuando yo contaba con tan sólo 18 meses y ella tenía 28 años. De mi madre sólo recuerdo sus piernas, yo estaba agazapado debajo de una mesa y ella, sentada en una silla, haciendo no se qué… Mi padre, que ya tenía dos hijos, mi hermana mayor y yo, volvió a casarse y tuvo otros dos hijos Pilar y Carles; a la segunda esposa de mi padre yo siempre la llamé "mare", porque ella se portó como tal, como una verdadera madre; también recuerdo mi etapa escolar que cubrí en Calós y poco más.

Tu incorporación al negocio familiar se produjo a muy temprana edad.
Sí, me incorporé a "sa fábrica de fer talons" con apenas 14 años y cuando mi padre vio que podía dejarme al frente de ella, me dejó, debía ser en el año 55, cuando yo cumplí los 15 años; para mi padre aquello fue una liberación porque él era un artista y pudo dedicarse plenamente a lo suyo, a pintar.

Y tú a rentabilizar el negocio.
Pues sí y lo hice con gran ilusión; fuimos la primera fábrica de tacones que instaló la maquinaría para fabricar tacones de plástico, antes eran de madera e introdujimos los "pisos prefabricados", algo muy novedoso pero que requería de una gran precisión porque debían ajustarse perfectamente; pero años después, cuando las cosas se torcieron, cuando la industria del calzado tocó fondo, tuve que cerrar el negocio, algo que me dolió profundamente pero que no pude evitar.

En la galería de Hijos Ilustres de Ciutadella, junto al retrato a tu padre, aparecen otros dos personajes que tuvieron cierta relación con tu progenitor.
Sí, Joan Benejam, que glosó el título de poesías "Amor y Patria", escrito por mi abuelo Rafael Torrent Faner y Francesc de Borja Moll; la casualidad aunó a los tres, que de una forma u otra tuvieron un nexo común, Ciutadella y la cultura.

En algún momento de tu vida, ¿te sentiste atraído por la pintura?
Nunca; yo soy una persona muy activa y la pintura tiene su parte contemplativa por lo que nunca me he visto sentado ante caballete.

Pero si te atrajo la caña de un snipe. ¿Cómo y cuando nació en ti la afición a la vela?
Muy pronto para aquellos años, tendría 14 o 15 años de edad cuando me "enrolé" como proel en el barco de un primo mío y poco después ya navegaba como patrón; recordarás que en aquel tiempo la referencia de la vela menorquina era Maó, con Pelegrí Rita, Bernardo Vidal, Mario Gomila, Toni "Señalet", Carlos Uhler, Rafael Iturrioz y un sinfín más de excelentes patrones que nosotros intentábamos emular, te hablo de Jaime Bagur, Guillermo Vivó, Miguel Pons Misup y yo mismo, incluso íbamos a regatear a Maó y no puedes imaginarte la alegría que me supuso el ganar allí una regata, fue impresionante… A Rita le compré mi primer barco, el "Binisermeña" que yo rebauticé con el nombre de "Bikini", por las connotaciones que en aquellos años dicho nombre tenía.

Recuerdo que en el Club Marítimo de Mahón, en una reunión de presidentes, tú lo eras del Náutico de Ciutadella, comentaste que te ilusionaba el salir a navegar, aunque fuese solo, por el simple placer de navegar. ¿Todavía navegas?
Sí, pero sólo de tarde en tarde aunque mantengo la misma ilusión de antaño y disfruto del placer que es el navegar.

Del Club Náutico de Ciutadella lo has sido todo, o casi todo. ¿Sigues en el tajo?
Sigo en la "mina" puesto que soy el comodoro del club; añadiré que he estado en este "berenjenal" desde la etapa de Andreu Triay con el que mantuvimos ciertas divergencias que incluso nos llevaron a regatear con el Club Marítimo de Mahón en la etapa en que Vicente Roca era el presidente; pero de Andreu Triay quiero reconocer que tuvo una gran visión y un enorme coraje al construir el edificio que alberga las instalaciones de nuestra "casa"; hoy no se lo permitirían pero ahí está gracias a su tesón y valentía; luego estuve con Hilario Allés, con Juan Pons Anglada, al que reemplacé en la presidencia y al dejarla colaboré con Biel Genestar y ahora con Tolo Carrasco.

Toda una vida.
Efectivamente, más de 30 años en el Náutico y 25 como vocal de la Federación Balear de Vela.

De tu etapa de presidente, ¿qué destacarías?
La Copa del Mundo junior del año 90, en la que ya participó Fernando Rita; la Copa de España de Optimist, el Campeonato del Mundo de Optimist en que participaron 200 barcos de 44 países, campeonato, cuya organización corrió a cargo de mi hermano Carles, y otros muchos eventos deportivos y sociales.

También te atrajo la clase cruceros en la que participaste en varias competiciones, ¿cierto?
Sí, la vela siempre me ha atraído y seguí navegando en la clase cruceros; en 1984 participé en la regata-crucero denominada las "1.000 millas", a dos. Me acompañó Manuel Salord, fueron once días de navegación con Cerdeña como punto de referencia; en cinco ocasiones he disputado la regata "Palma-Argel-Palma" y en el 87 en la denominada "Triángulo del Sol", de tres etapas y con tres tripulantes, uno era Camilo Cela Conde, el otro Guiem Pascual y yo completaba el trío. Como ves, he seguido con mi afición y en esta categoría siempre lo he hecho con tripulaciones reducidas con las que me he encontrado a gusto.

¿Crees que la vela debería ser considerada como el deporte nacional de Menorca?
Desde luego que sí, no sólo por cuanto hemos aportado a ella , con nombres como el olímpico y campeón de Europa y de España, Fernando Rita, o Damián Borras o Antonio Cavaller, para citar a unos pocos, sino también porque tenemos un "pabellón" inconmensurable, el que rodea toda la Isla, el mar.

El Náutico, tu segundo hogar, ¿sigue siendo un club vivo?
Sí, pero necesita de una revitalización y en esto estamos; es cierto que en la actualidad las trabas administrativas de toda índole son muchas pero y a pesar de ello hay que "darle un meneo", organizar más pruebas, incidir más en las regatas-crucero y en todo aquello que le pueda dar mayor prestigio; además deberíamos reforzar el menorquinismo y no caer en tentaciones localistas; una estrecha colaboración con todos los clubes de Menorca, especialmente con el de Maó, es a todas luces necesaria, vinculación que -considero- sería muy positiva para todos.

El "brazo", el nuevo puerto, el de Son Blanc, ya en su fase final. ¿Beneficiará las actividades del Club Náutico?
Debería decirte que sí porque el puerto, el actual, se liberará de la presión que soporta especialmente en verano ya que son seis viajes por día (seis entradas y seis salidas) los que se realizan entre las dos Islas, (Mallorca y Menorca) actividad ésta, la turística-comercial que perjudica la práctica de los deportes náuticos y ahora, con el nuevo puerto, podremos incluso organizar regatas-crucero semejantes a la Copa del Rey de veleros clásicos que se viene desarrollando en el puerto de Maó.

Sin embargo, intuyo que tienes tus dudas sobre el emplazamiento del nuevo puerto.
Las tengo, yo me hubiera decantado por el primer emplazamiento pero "a lo hecho pecho" y no hay que darle más vueltas al asunto; además, y en este punto quiero romper una lanza en favor de ISCOMAR, para mí la deuda de gratitud que Ciutadella ha adquirido con dicha naviera es grande, ya que a pesar de las dificultades habidas ha mantenido el enlace entre Alcúdia y Ciutadella; para mí su labor es altamente loable.

Conozco tus inquietudes sociales, de ahí mi pregunta. ¿Has estado en otras batallas a parte de la náutica?
Como recordarás estuve en política pero la vela y el Náutico me han absorbido; actualmente me encargo de la gestión de Amics del Pintor Torrent y de ejercer de comodoro del Club.

Efectivamente, recordaba tu etapa política; en las elecciones municipales del 83 y por el Grup Independent saliste elegido concejal junto con Lluís Coll, pero luego no reincidiste, te apartaste de la política, ¿desilusionado?
Digamos que con mal sabor de boca; que cobrásemos ya me descolocó y no digamos la forma en que se actúa; mi manera de ser, mi talante es otro, por ello preferí no repetir.

De lo cual te alegras.
Sí, porque hoy la política está desprestigiada en gran parte porque muchos políticos la gran convertido en su "modus vivendi" y esto les resta credibilidad.

Viviste también toda la movida que se montó en torno a la transición, de ahí que te pregunte, ¿qué hicimos mal?
Yo creo que cuanto hicimos se hizo bien, incluso la transición ha sido considerado como modélica no solo en nuestro país sino incluso en el extranjero, pero los hombres y las circunstancias no son las mismas y la evolución, el posterior día a día no ha sido el adecuado.

Incidamos en este apartado.
En aquellos años JJMM y el Cine Club Ciutadella aglutinaban todo el movimiento político, era una forma de evitar situaciones comprometidas; incluso recuerdo, puede que porque éramos jóvenes, que nos dejábamos llevar más por el corazón que por la cabeza, la fórmula que muchos esgrimían era la de ruptura pero vimos que no era posible y aceptamos la transición pacífica porque el objetivo era la democracia y comprendimos que todos habíamos de ceder parte de nuestras pretensiones para alcanzar el objetivo común… En aquella etapa todos dimos el callo, ahora pecamos de conservadurismo e incluso de egoísmo propiciado por el Estado del Bienestar que promete mucho y exige poco.

De ahí que digas que confías en que la crisis traerá algo positivo.
Algo o mucho, no será fácil porque los problemas que nos agobian son muchos y la predisposición personal no es la adecuada pero creo, tal vez porque soy optimista, que de la crisis saldremos reforzados y con una mentalidad más comprometida.

Menorca, económicamente hablando, "va cap a baix", ¿existen soluciones?
Cuando todo va bien todo el mundo quiere colgarse las medallas pero cuando las cosas se tuercen llega el momento de la "clotellada" que debería ser colectiva… Soluciones las hay pero todas ellas pasan por dos conceptos, ser imaginativos y dar el callo, espabilarse porque las soluciones debemos aportarlas nosotros ya que no nos vendrán de fuera; también apuntaría que cuanto hagamos esté "ben fet" y transmita optimismo.

El sector del calzado sigue porfiando en una pelea de titanes que merece la mejor recompensa, pero, ¿será suficiente?
Cuanto han hecho y cuanto hacen tiene un gran mérito, su reciente presencia en Madrid representa una bocanada de aire puro, es importantísimo pero y a pesar de sus esfuerzos considero que el sector tiene muy poco futuro y me duele, no sólo por el aspecto sentimental sino también porque contribuirá al aumento del paro, ya que desaparecerán muchos puestos de trabajo.

¿A la Administración, qué le reprochas?
Que se olvide del empresariado… Al empresario no se le puede coartar con políticas restringidas porque ellos, los empresarios, son los que crean puestos de trabajo y generan riqueza y me refiero a las pequeñas y medianas empresas, las que en su día convirtieron a Menorca en una isla próspera y con futuro.

Pero ser empresario requiere …
Audacia y vocación, sobre todo tal como está el país.

¿Crees que el turismo podrá soportar todo el peso económico de Menorca?
Es la única esperanza que nos queda pero no hay que olvidar algunos datos, como el hecho de que en dos años la Isla ha sufrido una caída global del 20 por ciento y que el peso específico de nuestro turismo sólo representa el 1 por ciento del mercado español. También en este segmento económico habrá que trabajar duro y dar con aquellas pautas novedosas que generen un cambio a mejor.

Las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. ¿Qué prevés que sucederá en Ciutadella?
No tengo ni idea; el electorado de Ciutadella se divide en dos mitades, conservadora la una, socialista la otra y es el voto centrista el que inclina la balanza en uno u otro sentido; en las elecciones del 83 ya se lo comenté a Antonio Villalonga que compartía tal opinión; aunque también es cierto que el PSM, en ocasiones, ha sido determinante y aunque el PP sea la lista más votada, no gobierna.

¿Modificarías la Ley Electoral?
Desde luego que sí e iría directamente a la fórmula de listas abiertas lo cual daría una gran libertad a los electores que podrían elegir a aquellas personas que considerasen más aptas fuesen de la formación política que fuesen, pero claro, tal reforma, como otras que pudiera haber, no nos incumbe a nosotros, sino a quienes "gozan" de otro status.

¿Crisis sólo económica o también de valores?
También de valores; desgraciadamente la educación, las normas de comportamiento cívico están en decadencia, hoy a la juventud, aparentemente, sólo le interesa ganar mucho, trabajar poco y vivir de la mejor manera posible, situación ésta de la que los padres tenemos gran parte de culpa.

¿Crees en el hombre?
Sí; siempre me he guiado por un planteamiento utópico, el ser feliz, palabra ésta que para mí lo engloba todo; felicidad que deseo no sólo para mí sino para todos y esto hace que siga creyendo en el hombre y en su capacidad de crear un mundo mejor.

Y para la juventud, ¿qué deseas?
Lo mejor porque es el futuro y que sea educada no con "asignaturas" sino con el ejemplo que "contagia" más que mil palabras.
Y a la vida, ahora que verás incrementada tu "tribu" de nietos, ¿qué le pides?
Imagínatelo, ser feliz, no sólo yo sino también los míos y todos cuantos conformamos el planeta Tierra.

Añadiré que vivir en plenitud implica para Rafel Torrent Llopis poder disfrutar, de tarde en tarde, del placer de navegar.

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