El juicio contra V.G., de 29 años y origen rumano, por un delito de lesiones y atentado contra la Autoridad quedó ayer visto para sentencia después de que la defensa y el Ministerio Fiscal llegaran a un acuerdo que contempla una pena de un año de prisión y el pago de dos multas de 30 días por un delito de lesiones y de 30 días por un delito de desobediencia a la autoridad, a razón de cuatro euros diarios.
Asimismo, el acusado deberá indemnizar a la víctima, G.J.B., de 23 años, con 1.800 euros y se mantiene una orden de alejamiento de un año. El pacto fue tomado tras la retirada de la acusación particular, que inicialmente solicitaba cuatro años de cárcel para el procesado.
Hechos
Los hechos juzgados ayer por la Audiencia Provincial de Maó se remontan al 3 de abril de 2009 a última hora de la tarde cuando el denunciante, que trabajaba como camarero en el restaurante "Que bó" ubicado en la calle Sant Manuel de Maó, increpó al acusado, que se encontraba junto a unos amigos, por haber roto algunos vasos y alterar el orden en el local.
V.G. respondió al trabajador propinándole un puñetazo que le provocó la pérdida de un diente. Al personarse dos agentes de la Policía Nacional en el restaurante, el procesado se resistió, por lo que fue detenido por atentado contra la Autoridad.
El juicio quedó ayer visto para sentencia aunque, tal y como señaló el abogado defensor, Carlos Salgado Gomila, el hecho de que el acusado no tenga antecedentes penales le ofrece la posibilidad de solicitar la suspensión condicional, lo que supone que si en los dos próximos años no reincide no tendrá que ingresar en prisión.