El envase en Tetra Rex, el logo y la dirección de fabricación, sito en la calle Carretera Nova de Alaior, lo hacen inconfundible. Sin duda se trata de un frasco de COINGA. Su envoltorio, tan similar al de la leche fresca, luce elegante en una vitrina de refrigerados pero con alguna que otra nota disonante para quienes lo han podido observar en Catalunya. Las letras en árabe y francés impresionan.
El afán constante por la búsqueda de nuevas vías de comercialización para la leche de la Isla en la línea de derivados lácteos llevaron a COINGA a apostar por la fabricación del 'laben', una leche ácida, algo más espesa que la tradicional, y de la familia de las leches fermentadas, cuyas similitudes podrían hallarse en el yogur batido. Se trata de un producto fresco que se bebe frío y debe conservarse refrigerado.
Las leches fermentadas, con unos aportes alimenticios muy beneficiosos para el cuerpo humano puesto que ayudan a reforzar el sistema inmunológico y actúan sobre la flora intestinal, están fuertemente introducidas en las dietas y la tradición gastronómica de los países árabes o del Este, de ahí que el producto nazca con este tipo de segmento como principal cuota de mercado.
La idea surgió a principios de 2010 cuando la empresa Alimentbarna solicitó a COINGA su colaboración para elaborar este producto como nueva apuesta comercial.
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