El Consell insular ha puesto en marcha el plan de formación para el empleo, que cuenta con un total de 19 acciones formativas y casi 3.000 horas lectivas, lo que representa un aumento del 38 por ciento. El plan está dirigido principalmente a personas desempleadas, cuenta con un presupuesto de 297.500 euros, y tendrá unos 300 beneficiarios.
El plan de formación para el empleo, impulsado por el Consell con la colaboración del Govern balear, se caracteriza por el incremento de hasta cuatro nuevos cursos y del número de horas lectivas, con el objetivo de aumentar el grado de empleo de las personas que se encuentran en situación de paro mediante la formación profesional.
El presidente del Consell, Marc Pons, señaló ayer que las acciones formativas están dirigidas a obtener el certificado de profesionalidad y orientadas a los sectores de mayor actividad, como el turismo, las emergentes, como las actividades físicas, deportivas y socioculturales, así como las nuevas tecnologías. Otra de las características de esta iniciativa es que los cursos formativos se desarrollan en cinco de los ocho municipios de la Isla (Maó, Ciutadella, Alaior, Ferreries y Es Mercadal) y, además, están concentrados en la época del año con una menor actividad laboral.
Por su parte, el conseller de Trabajo y Formació, Biel Subirats, subrayó que se trata del undécimo plan formativo e incluye nueve cursos basados en las competencias claves, es decir las lenguas castellana e inglesa, matemáticas y alfabetización informática, destinados especialmente a las personas en paro y que no disponen del nivel mínimo de estudios. Los restantes cursos están orientados a actividades de los ámbitos de servicios a la comunidad, industrias alimentarias, actividades físicas y deportivas y turismo.
La directora insular de Trabajo y Formación, Mónica Nagore, señaló que los diferentes cursos, que se desarrollarán hasta finales de mayo, tendrán una asistencia de entre 15 y 20 alumnos, por lo que el plan formativo para la inserción laboral beneficiará a un total de 300 personas. Además, las directrices de esta iniciativa señalan que como mínimo el 80 por ciento de los usuarios han de ser personas desempleadas y que el 20 por ciento restante pueden ser trabajadores en activo.