Todos los aficionados al parapente opinan lo mismo: la sensación de volar engancha.
Este diario publicaba ayer la noticia del accidente de un parapentista que resultó herido tras chocar contra un tendido eléctrico en Es Mercadal, un suceso que, por suerte, no es común. "Apenas hay accidentes. Que yo recuerde, aquí puede haber pasado uno cada cuatro años. No es habitual", explica Joan Portella.
Portella es el presidente del Club Parepente Menorca y ha recorrido medio mundo practicando este deporte. "Jamás se deben agrupar estos tres factores: llevar un ala desconocida, salir a volar en condiciones meteorológicas que superan tu capacidad o hacerlo en una zona nueva, sin conocer el terreno ni el lugar en el que aterrizar".
Según explica el presidente, el fallo humano suele ser la principal causa por la que se producen accidentes. "Es cuando el piloto toma una decisión equivocada. Si no reaccionas correctamente y a tiempo, no tienes margen y eso, al despegar o aterrizar, puede resultar un problema", explica Portella, quien añade que la clave está en el pliegue del ala.
"Nosotros tenemos técnicas con las que abrir el ala de nuevo. Una vez que te has preparado tu plan de vuelo, decides dónde vas a aterrizar de antemano, escoges el ala adecuada a tu nivel y no improvisas, el vuelo resulta perfectamente seguro y extraordinario".
Actualmente, en Menorca hay siete personas federadas que practican el parapente.
El herido continúa ingresado
El parapentista que sufrió un accidente el pasado miércoles al chocar contra un tendido eléctrico continúa en el Hospital Mateu Orfila.
A.S.F., de 48 años, llegó al centro hospitalario con un traumatismo encefálico leve, una fractura en la muñeca derecha, en la nariz y una rotura muscular en la pierna izquierda.
Precisamente ayer, el paciente fue operado con el fin de colocarle una placa en el brazo.
"Aparte de eso, no parece que le hayan encontrado nada interno. Es posible que el motivo de su accidente fuese un despiste. El viento lo arrastraba y los cables se le echaron encima, no debió darse cuenta. Todos hemos tenido pequeños accidentes aunque por suerte solo hemos sufrido traumatismos. Cuando quieres progresar, el límite te lo da el susto" concluye Portella.