El Govern dispone de una fórmula económica para financiar en parte la pretensión del Consell de convertir la Isla en un espacio pionero en la implantación del coche eléctrico. El protocolo de colaboración suscrito ayer entre ambas partes supone la ejecución del plan balear para el fomento de este nuevo tipo de automoción, aprobado hace tan solo unas semanas.
El presidente del Consell, Marc Pons, asegura que este acuerdo, entre otras cosas, "aporta cifras concretas que apoyan los planes de Menorca", que no son otros que convertir la Isla "en un mostrador del vehículo eléctrico, en un banco de pruebas". Así las cosas, el plan autonómico contempla hasta 2015 una inversión de recursos propios para el conjunto de las Islas de unos cinco millones de euros, además de una previsión de unos 18 millones de euros más procedentes de programas del Gobierno central y la Unión Europea.
El presidente del Govern, Francesc Antich, señaló que Formentera y Menorca van un paso por delante en este campo. Tal es así, que el plan balear contempla para 2015 la implantación de unos 600 coches eléctricos en Menorca, mil menos que la estimación realizada en marzo por el Consell. De estos 600, 550 serían privados, sobre todo vehículos de alquiler. Y es que Antich apuntó ayer que la reducción del uso de los combustibles tradicionales es una demanda que han planteado en diversas ocasiones los touroperadores turísticos.
Antich señaló que el plan contribuye además a la innovación y al impulso de nuevas actividades económicas, que podrían agruparse mediante un cluster.