El 22-M ha cambiado el escenario político en Menorca, y supuesto el retorno de las mayorías absolutas en cuatro de los ocho municipios de la Isla (Maó, Sant Lluís, Alaior y Es Migjorn Gran). En el resto, el futuro político depende de las negociaciones que se llevarán a cabo en los próximos días. El PP parece cerca de la alcaldía en tres de los municipios (Ciutadella, Ferreries y Es Castell), mientras el PSOE tiene todos los números para auparse con la vara de mando en Es Mercadal. Pero aún todo está en el aire.
CIUTADELLA
En Ciutadella, el escenario más probable a día de hoy es un gobierno en minoría del Partido Popular. José María de Sintas obtuvo diez concejales, a uno de la mayoría absoluta. Desde el momento que se conocieron los resultados, su apuesta ha sido un gobierno en minoría buscando acuerdos puntuales con el resto de partidos políticos para sacar adelante los principales proyectos. La otra opción es conseguir un pacto estable con otra formación política, pero ahora mismo esta hipótesis parece improbable. Primero, porque un acuerdo con PSOE o PSM se antoja altamente improbable. Y segundo, porque la otra opción, un pacto con Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM) tampoco parece factible, vistas las primeras declaraciones de los dos partidos. De Sintas descartó en la noche del domingo pactos estables con cualquier formación. Por su parte, Joan Triay se muestra crítico con la actitud del PP previa a las elecciones, asegurando que "no moveremos ni un dedo para ir a buscar a ningún partido, menos aún visto el poco respeto de algunos hacia las minorías". Triay recuerda, además, que su situación no es la misma que hace cuatro años, puesto que ha crecido en votos y concejales.
En la noche del domingo, la presidenta del PP de Ciutadella, Assumpta Vinent, pidió al resto de partidos que les dejen gobernar. Una petición a la que Triay responde que "tengo mis dudas de que el equipo del PP esté capacitado para gobernar en minoría, y el tiempo dirá si ésa es una decisión acertada o no. Lo que tengo claro que es que dejarles gobernar no es sinónimo de permitirles hacer lo que ellos quieran. Las urnas no les han dejado en esta situación. Nosotros les dejaremos gobernar cuando sus propuestas encajen con nuestro programa electoral, puesto que nos debemos a nuestro electorado, no al del PP". Por último, el presidente de UPCM apunta que "ellos son especialistas en no dejar gobernar, y lo demostraron cuando no apoyaron los presupuestos de este año a pesar de reconocer que eran los mismos que ellos harían. Si todos tuviéramos su talante, la gobernabilidad sería imposible".
ES CASTELL
En Es Castell, también es el PP quien está más cerca de conseguir la alcaldía, pero en este caso depende principalmente de Unió Menorquina. Los dos concejales del partido de Irene Coll son básicos para decantar la balanza hacia el lado del PP, o hacia la suma de las formaciones de izquierda (PSOE, PSM y Esquerra de Menorca). Ayer, Coll no desvelaba ni un ápice de la decisión que va a tomar su partido, asegurando que aún es muy pronto para posicionarse y apelando a reuniones con los miembros de su partido. Defendía, además, la equidistancia de su partido frente al resto de formaciones: "Nuestra ventaja es que somos un partido de centro, y podemos comparar todas las opciones, las personas y los talantes", dice. Interpelada sobre si su partido podría exigir la alcaldía en alguno de los dos municipios en que está en opciones de decidir el gobierno, Coll ni confirma ni desmiente, pero añade que "Unió Menorquina nació con una vocación clara de gobierno, de intervenir para mejorar las cosas". Por su parte, el candidato del PP, Lluís Camps, apela también a la prudencia, y pide unos días para tomar una decisión. No obstante, confiesa que "siendo realistas, UMe es quien tiene más posibilidades de formar un pacto con nosotros, puesto que llevamos ya dos mandatos gobernando con Irene Coll y Es Castell ha mejorado". De todos modos, Camps asegura que hablará con todos los partidos para estudiar todos los escenarios posibles, también un gobierno en minoría de su formación.
FERRERIES
El otro municipio que está a expensas de la decisión de UMe es Ferreries. Allí, el PP obtuvo cinco concejales, a uno de la mayoría absoluta. Su candidato, Manolo Monerris, insiste en que se deje gobernar a la lista más votada, y a título personal asegura que quiere hablar con todos los partidos políticos, si bien admite que "estamos más cerca de UMe que del resto". Monerris, no obstante, apela a "la cultura de pacto y diálogo que existe en Ferreries", y añade que "si hace falta, estoy dispuesto a ofrecer participación a todos los partidos políticos". Por su parte, el candidato de UMe, Miquel Carreras, no suelta prenda sobre su postura, y traslada la decisión a las reuniones que deberá mantener el partido. Interpelado sobre si UMe apoyará al mismo bando (izquierda o derecha) en Ferreries que Es Castell, Carreras asegura que ésa es una decisión que debe tomar el partido. También Irene Coll, presidenta de UMe, lo entiende así, y asegura que "no sería imposible que actuáramos diferente en los dos municipios".
Algunos en Ferreries recuerdan lo que pasó en el año 2003, cuando los antecesores de UMe, entonces INME, tenían cuatro concejales y no se hicieron con la alcaldía porque el PP prefirió votar a la Entesa. Para Monerris, "hay que hacer borrón y cuenta nueva, pero hay que recordar que no fuimos nosotros los que abrimos el melón de no dejar gobernar a la lista más votada. Con Antoni Pons, nosotros teníamos más votos pero gobernó el centro con otros apoyos".
ES MERCADAL
El último municipio que queda pendiente de los pactos entre partidos es Es Mercadal. Allí todo apunta a que podrá repetirse el pacto entre PSOE y Entesa que ya ha gobernado en los últimos cuatro años, pero con la correlación de fuerzas cambiada. A pesar de algunos intentos de pactos poco naturales, como el que ha intentado el PP con la Entesa, según ha podido saber este periódico, será el socialista Francesc Ametller quien tenga que mover ficha. Asegura que "espero alcanzar algún pacto, pero el acuerdo siempre es cosa de dos". El segundo en discordia, en este caso, sería la Entesa, que ha perdido fuerza y se queda con tres concejales. Su líder, Rosa Palliser, defiende que su formación esperará a que sea el PSOE quien de el primer paso. "Si tiene que haber algún pacto, será con los socialistas", afirma, pero añade, al igual que también lo contempla el PSOE, que existe la posibilidad de un gobierno en minoría.