Hacía tiempo que no se veía el centro de Maó como se vio durante la jornada de ayer. La iniciativa del Maó+Flors y el hecho de que amenazara lluvia durante toda la mañana provocaron que la ciudad estuviese abarrotada de turistas y residentes visitando los diferentes espacios engalanados para la ocasión, subiendo en el trenecito popular o realizando compras diversas.
Las actividades se iniciaron a las 10 de la mañana en el Claustre del Carme con una feria de artesanía con motivos florales.
Media hora más tarde, la plaza Constitución acogía la II Mostra de Patchwork al Carrer, un evento que incluía diferentes talleres que iban desde la realización de fundas para tijeras a la técnica del doblado japonés, entre otros.
A partir de las 11 horas, se llevó a cabo un delicado y divertido espectáculo de danza en la calle a cargo de Alba Estudi de Dansa y Jordi Ros, con la compañía És de Dansa, que gustó mucho a los numerosos asistentes.
La música sorprendió a todos cuando la Banda de Música de Maó salió desde el Claustre del Carme y recorrió las principales calles del centro.
La novedad de este año fue el paseo con sombrero., una iniciativa del diseñador Llorenç Pons que contó con la presencia del alcalde, Vicenç Tur, y la regidora Maria Josep Morell, ambos con dos modelos con ramitas blancas. El desfile llevó al grupo, de unas doce personas, desde la calle del Ángel hasta la galería Artara, donde pudieron admirar las creaciones de Pons.
Mientras tanto, el Claustre del Carme ofrecía un acto de ACOMER consistente en una degustación de comida japonesa y vinos.
Llamaron mucho la atención los diferentes escaparates y espacios decorados para la ocasión. Uno de los que más gustó fue el de Can Victori, con una propuesta basada en botellas de vino, rosas y escenario musical.
Los más pequeños, sobre todo las niñas, se quedaron encantados con la entrada a la UNED, en el Claustre del Carme. "Me gusta porque parece de cuento de princesas", decía una pequeña.
De lo más sobrio a la inspiración flamenca, pasando por el original arte callejero. El caso es que el Maó+Flors de ayer gustó y fue una buena alternativa a las actividades cotidianas.