"Es una obra atrevida, que mezcla estilos y que consigue crear volúmenes a través de composiciones formales, como son el cuadrado y la circunferencia. Muy simple y especial a la vez". Son las palabras de Josep Bagur, vocal de Bellas Artes del Ateneu de Maó y encargado del ciclo que la entidad lleva a cabo desde finales del año pasado y que permite exponer y dar un empujón a los artistas noveles que aún no han mostrado su trabajo al público.
Hoy es el turno de Verónica Moreno, aficionada a la pintura desde los 10 años. Sus cuadros estarán expuestos en el Ateneu hasta el 24 de junio y Moreno tiene claro que lo único que pretende es despertar un sentimiento a aquel que mire su creación. "Cada pintura tiene su historia. Hace seis años estuve a punto de exponer pero, quince días antes de la inauguración, mi mentor murió. Era Francesc Calvet y aquello me dejó tan marcada que dejé de pintar".
Fue Josep Bagur quien cogió las riendas de la pintora tras ver uno de sus cuadros en el Premio Guillermo de Olives, en el que por cierto quedó finalista. "Ahora estoy empezando de nuevo y estoy pintando en pequeño formato, aunque la mayoría de los cuadros que voy a exponer son los de hace seis años", concluye Moreno, quien tiene claro que no volverá a dejar su afición.