Bajo el lema "No nos vamos, nos expandimos", los ocupantes de la Puerta del Sol de Madrid abandonaron ayer la plaza tras 28 días de protesta en la zona. Dicho campamento se convirtió en el ejemplo a seguir del resto de ciudades y poblaciones españolas que se sumaron a la movilización que, en un principio, inició la plataforma Democracia Real Ya.
Como Madrid, muchos de los lugares en los que se habían instalado los 'indignados' han ido volviendo a la normalidad, pero ¿qué va a pasar con la acampada de la plaza Colón de Maó?
Ayer por la tarde, la plaza estaba desierta. A pesar de que las tiendas de campaña, la cocina y el puesto de información continúan montados, no había nadie. Sobre las 19 horas, aparecieron varias personas creyendo que habría una asamblea pero, según se puede leer en el blog del movimiento en Menorca, ahora sólo se realizan los lunes y jueves. "No sabemos nada. Hemos venido pensando que quizá hoy se vayan de aquí pero no tenemos ni idea", comentaban.
Según un miembro del grupo, los 'indignados' han encontrado un espacio en Maó que están preparando para que sea un centro social. Asimismo, se han organizado con el fin de trabajar a nivel insular, mediante la realización de reuniones y diferentes acciones. "La idea era que el jueves pasado se decidiera si hoy nos íbamos de la plaza o no pero, como casi no vino gente, lo decidiremos en la asamblea de hoy lunes".
Desde el Ayuntamiento se está a la espera de ver qué se decide esta semana pero el deseo del equipo de gobierno es que la acampada finalice lo antes posible. "Todo lo que hace referencia a orden público compete a Delegación de Gobierno y hasta ahora Javier Tejero no ha tomado cartas en el asunto. Es una ocupación de vía pública y ya empieza a haber problemas de limpieza y posibles perjuicios a comerciantes. Nuestra intención es buscar una solución de manera cordial", dice Salvador Botella, concejal de Servicios Generales.
Una idea que coincide con la de la alcaldesa Águeda Reynés, quien ya ha confirmado que esta semana se reunirá con Javier Tejero con el fin de ver cómo manejar y resolver esta situación.
Cabe recordar que el sábado, día de posesión de cargos, más de cien 'indignados' se dieron cita frente al Ayuntamiento para protestar aunque, según los presentes, hubo insultos y tiraron arroz y botellas de agua vacías a la Corporación municipal. "Intenté hablar con ellos pero no se pudo ni entablar una conversación. Quisimos mantener el acto tal como estaba programado, ya sabíamos que iban a venir. Lo llevé bien, no me afectó.
La Policía realizó un magnifico trabajo sin entrar en provocaciones. Aun así, sigo abierta al diálogo, son ciudadanos de Maó", concluye Reynés.