El Ayuntamiento de Maó empieza a deshojar la margarita del programa que ha defendido a lo largo de los años, aún estando a la oposición, y que se concreta con el diseño de un ambicioso proyecto de movilidad que tiene como único objetivo la dinamización y revitalización del centro histórico.
La reordenación de la estructura circulatoria busca la confluencia de los intereses particulares del sector comercial con el interés público para que reviertan directamente en la mejora de la ciudad. Por ello, el equipo de gobierno propone un nuevo modelo de equilibrio pacífico entre automóviles y peatones modificando el criterio que ha fomentado el anterior equipo municipal de la pacificación del tráfico por un modelo basado en la "coexistencia pacífica", según palabras del concejal de Servicios Generales, Salvador Botella.
El proyecto incluye no sólo la mejora de los accesos al centro histórico de la ciudad sino que además plantea la creación de nuevas bolsas de aparcamiento -tanto para coches como a dos-, así como la modificación de las condiciones de estacionamiento de algunas zonas ÁREA. Las propuestas fueron previamente consensuadas con los comerciantes de la zona centro de Maó en una reunión mantenida el jueves y en la asistieron, además de un numeroso grupo de empresarios, la alcaldesa, Águeda Reynés y los concejales Salvador Botella, Elisa Mus, Vanesa Contreras y Mateo Aínsa así como el inspector jefe de la Policía Local, Vicente Baquero y el asesor-dinamizador comercial, José María Almuzara.
Esta iniciativa municipal, que empezará a aplicarse a corto plazo, se plantea a partir de "la configuración del centro de la ciudad, de los proyectos ejecutados por el anterior equipo de gobierno y que a pesar de no estar de acuerdo en algunos casos no vamos a deshacer, de la idiosincrasia de los ciudadanos que no renuncian a poder transitar por el centro en coche y de las prescripciones técnicas que marquen los cuerpos de seguridad", según Botella.
De forma inmediata, el Ayuntamiento aplicará una modificación del sentido circulatorio de Portal de Mar que, a partir de la aplicación de esta medida, el conductor podrá circular en sentido descendente por el Carrer de l'Església, Portal de Mar, Plaça Espanya y acceder hasta el Parc Rochina "recuperando el acceso al puerto desde la Plaça Constitució", indica Botella.
Por su parte, el planteamiento contempla la apertura a la circulación de la Plaça Conquesta desde la Plaça Espanya convirtiendo el tramo en doble sentido . Así, la conexión de la barriada de Tanques del Carme con s'Arraval se realizará de nuevo a través de la Plaça Conquesta.
La limitación de la circulación por la Plaça Constitució -sólo se habilitará un vial de acceso desde el Carrer Església hasta Portal de Mar- propicia la completa peatonalización de la plaza. Según matiza el concejal de Servicios Generales, "se está tramitando la actuación de ocupación de la vía pública de la plaza para permitir la instalación de locales de restauración y terrazas sin perjudicar las fachadas de la iglesia de Santa María y el Ayuntamiento".
Además de ello, los actuales aparcamientos de la plaza se trasladarán a la Plaça Conquesta para dejar libre un espacio dedicado al peatón.
Zona área
El Ayuntamiento prevé incrementar el coste de la zona ÁREA, una actuación que realizará en paralelo a acuerdos con los concesionarios de los aparcamientos subterráneos para que éstos "sean más económicos que los de la superficie y motivar, así, la estacionalización en ellos".
Botella anuncia que el Consistorio está estudiando medidas para ofrecer un trato preferente a los vecinos de las zonas en cuestión y recuperar a su vez la residencia en el centro de la ciudad. Además se está planteando la supresión del sistema de pago a cambio de horario limitado en algunas zonas donde no funciona como es el caso de la zona de Albert Camus.
Propiciará a su vez la rotación de la estacionalización en zona ÁREA con la aplicación de la normativa actual de no poder estacionar en el mismo punto más de dos horas.