Los vecinos del Hotel Esmeralda condenados a pagar 6.000 euros al arquitecto Miquel Sintes han recurrido la sentencia insistiendo en que hubo trato de favor de este colegiado hacia su colega Fernando Pons Vidal, encargado del proyecto de la conversión del antiguo hotel Esmeralda en una promoción de 166 pisos. Los vecinos reiteran que en ningún momento se dañó el honor de Miquel Sintes Coll, el arquitecto municipal de Ciutadella en el momento en que se concedió la licencia al proyecto, por la publicación de una carta en la que cuestionaban su actuación asegurando que dispensó un trato de favor a Pons Vidal, con el que podía haber existido un pacto anterior. El arquitecto asegura que la difusión de la denuncia que estos vecinos interpusieron ante el Colegio de Arquitectos dañó su imagen y su honor.
El recurso presentado la pasada semana incide, por un lado, en que la responsabilidad final de la publicación de la carta no es de los vecinos, sino de los medios de comunicación. Así, cabe recordar que en su sentencia, la juez Clara Besa aseguró que el tema podía haber quedado en un expediente administrativo y que en cambio, "a propósito se busca la publicidad incrementando la lesión a la fama, crédito y profesionalidad del arquitecto denostado". Los vecinos niegan cualquier intención de ofender ni de perjudicar a nadie, y enmarcan la denuncia que interpusieron ante el Colegio de Arquitectos en una estrategia de legítima defensa ante un proyecto que, consideran, les perjudica claramente. Aseguran que la noticia que se publicó fue redactada a criterio del periodista, ya que los vecinos se limitaron a facilitar una copia de la denuncia a los periodistas. La decisión final de difundirla fue, aseguran, de los periodistas.
Por otra parte, los vecinos se basan también en el tecnicismo jurídico conocido como "exceptio veritatis", que significa que si alguien es acusado de vulnerar el honor de otra persona por unas acusaciones que al final se acaban demostrando ciertas, quedará exento de toda responsabilidad. Así, los vecinos reiteran que hubo trato de favor de Sintes hacia Pons Vidal, y así lo mantienen tras la declaración del arquitecto en la vista oral del pasado mes de mayo. De esta manera, consideran probado que Miquel Sintes se reunió con Fernando Pons Vidal para analizar el proyecto de los 166 pisos a pesar de que Pons Vidal estaba inhabilitado. "Esto ya por sí solo supone un trato de favor", consideran los recurrentes. Los vecinos se cuestionan también por qué la jueza no menciona en ningún punto de su sentencia la existencia de una inhabilitación hacia Pons Vidal, y en cambio sí habla de unos documentos que el abogado defensor nunca llegó a presentar.
En su recurso, los vecinos recurren incluso a uno de los casos más mediáticos y polémicos de los últimos tiempos en España, el juicio a Arnaldo Otegui, exdirigente de Batasuna, por sus acusaciones contra el Rey, acusándolo de ser un torturador. En este caso, Otegui fue condenado en España, pero después absuelto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y compensado con una indemnización económica. Esta sentencia, que se produjo dos meses antes del juicio oral por el Esmeralda, fue también aportada por el abogado defensor, pero la juez no la tuvo en cuenta en su sentencia. Para su defensa, también se aportaron otras sentencias en la que personas que pretendían ser víctimas de un ataque al honor por acusaciones más graves que las que se hicieron contra Sintes (como por ejemplo pertenencia a banda armada o blanqueo de dinero) vieron como su petición no prosperaba. En su caso, los vecinos del Esmeralda recuerdan que existe una denuncia interpuesta ante la Fiscalía Anticorrupción que no ha sido archivada.