La gnómica es la ciencia de los relojes de sol. Un día se encontraron en la residencia militar de Maó dos aficionados a esta disciplina, el coronel José Enríquez del Río, director de la misma y el teniente coronel Severino Riesgo García. El segundo le propuso al primero levantar una serie de artefactos gnómicos en los hermosos jardines del centro, obra –la de los jardines- cuidada con esmero por el actual mandatario y comenzada por el anterior, coronel Benito Jódar, cuya afición a la alta jardinería mostraba una vena poética que su rostro de recio militar ocultaba.
Así pues Enríquez y Riesgo se pusieron manos a la obra, el segundo proporcionó los cálculos y el primero la realización, en la que participaron Miguel González que construyó los soportes y peanas, la herrería de Gabriel Pérez y la empresa Rótulos Mariscal que se encargó de las regletas, tablas de cálculo y demás parte gráfica.
El resultado es el enriquecimiento de los jardines con una serie de piezas museísticas y decimos museísticas porque, en realidad, los relojes de sol en la época de los GPS y demás tecnologías de medición tienen hoy día escasa utilidad salvo, la curiosidad de contemplación de la antigua técnica de medición horaria.
Las piezas mostradas en el espacio que rodea a la fuente de los jardines, consisten en un reloj de sol analemático y dos nocturlabios
El reloj de sol analemático
Se denomina analema a la curva que describe, cada día a la misma hora y desde una misma localización geográfica, la altura del sol a lo largo del año. El analema tiene forma de ocho, correspondiendo la altura a la propia del sol y la anchura a la diferencia de tiempos. Esto es debido a la excentricidad de la órbita terrestre y a la inclinación de su eje.
El reloj de sol analemático, que permite hacer correcciones a la ecuación del tiempo, consiste en un semicírculo, fijado en un soporte y orientado al mediodía, en el que aparecen impresos el horario solar y el horario oficial (de invierno y verano). En nuestro caso correspondiente a la latitud de Mahón.
La sombra proyectada sobre la base, que nos da a la vez las dos horas (la solar y la oficial) se obtiene por un gnomon especial que sustituye al estilo o aguja tradicional. Consiste éste en una regleta giratoria que reproduce el analema en hueco alrededor del cual están marcados los días y meses del año. Para obtener la hora, la regleta gnómica debe girarse sobre su eje hasta que la sombra proyectada sobre la base sea la mayor posible, entonces el borde interior de la sombra que proyecta el "8" nos dará la hora solar y la oficial sobre la regla superior e inferior de dicha base.
Los dos nocturlabios
Llamados también nocturnos, son relojes para obtener la hora de noche. Se basan en el movimiento de las estrellas circumpolares. Se utiliza enfocando su centro a la Polar y moviendo el cursor hasta alcanzar las estrellas Merak y Dubhe en la Osa Mayor, tras lo
cual se lee la hora y se realizan unos cálculos con una tabla adjunta hasta alcanzar la hora local. Este nocturlabio es universal, mientras que otro, situado cerca, está concebido para la latitud de Maó.