Un estudio del OBSAM (Observatorio Socioambiental de Menorca) ha puesto cifras a lo que algunos economistas han apuntado en los últimos años sobre la realidad de Menorca: el volumen de la oferta complementaria durante la última década ha crecido muy por encima de la llegada de turistas. Es decir, mientras el número de clientes potenciales para estos establecimientos permanecía estancado o incluso disminuía, se iban abriendo negocios a pesar de que la demanda era prácticamente la misma.
Las cifras no dejan lugar a dudas en este sentido. Entre el año 2002 y el 2010, según las cifras oficiales, la llegada de turistas ha disminuido un 3,7 por ciento. Para completar la radiografía, este periódico ha sumado a la cifra de visitantes la población de hecho en Menorca, basándose en datos del OBSAM. Así, se obtiene el número de potenciales clientes para cualquier negocio que se abra en la Isla. En general, sumando estos indicadores, el mercado potencial en la Isla ha disminuido un 3,5 por ciento en esta última década. Por contra, ninguno de los sectores relacionados con el turismo ha reducido su oferta, e incluso alguno lo ha incrementado de manera notable.
El incremento más destacado es de los bares. Si en el año 2002 había en Menorca 342 negocios de este tipo, con capacidad para 14.593 plazas, a finales del pasado año se contabilizaban 46 locales más (un incremento del 13,4 por ciento) que habían aumentado el aforo en 3.159 plazas (un 21,6 por ciento más). Otro sector similar, el de las cafeterías, es el segundo en registrar mayores aumentos de su oferta, ya que en el año 2010 contabilizaba 44 locales más que en el año 2002 (un 25 por cien más) y capacidad para 3.458 clientes más (un 16,1 por ciento de incremento).
Los restaurantes registran un comportamiento prácticamente idéntido. Desde 2002 hasta el año pasado, los locales de este tipo han crecido un 8,4 por ciento en capacidad y un 1,6 por ciento en número. En este sector, no obstante, cabe reseñar un dato importante: hasta el año 2009, el incremento en el número de restaurantes y en su capacidad era continuo, con variaciones interanuales que podían alcanzar el cinco por ciento. En 2010, esta tendencia se truncó de manera contundente. En relación al año anterior, se cerraron 49 restaurantes (un descenso del 10 por ciento) y se perdieron 3.306 plazas (el 9,8 por cien).
El alojamiento, menos
El sector del alojamiento también ha crecido en estos últimos años a pesar del descenso en la llegada de turistas, si bien es cierto que lo ha hecho a un ritmo menor que el de la oferta complementaria. Así, a finales del 2010 había camas suficientes para alojar a 49.740 personas, cuando en el año 2002 la capacidad era 2.400 plazas inferior (un cinco por ciento). De todos modos, en el sector del alojamiento se observa un estancamiento en su crecimiento desde el año 2006. A partir de entonces, el número de camas disponibles en la Isla se ha mantenido prácticamente invariable, con pequeñas variaciones a la baja en los últimos dos años.
Si se desglosa la oferta de alojamiento en sus diferentes modalidades, la radiografía sitúa a los apartamentos como el único sector que pierde plazas entre 2002 y 2010, mientras que el resto de opciones han incrementado su oferta: hoteles (9,3 por ciento), turismo rural (30,8 por ciento), turismo de interior (63,6 por cien), agroturismo (11 por cien) y camping (26,7 por ciento).