Algunas empresas que suministran al Geriátrico de Ciutadella han amenazado con dejar de abastecer al centro si no cobran las facturas pendientes. La deuda del centro de personas mayores alcanza los 160.000 euros, con algunas facturas pendientes desde el pasado mes de marzo, y sobre todo, desde abril. La falta de fondos ha obligado al centro a retrasar el pago de las facturas, que normalmente se pagaban a los 60 o 90 días del suministro.
Desde el Geriátrico reconocen que la situación económica es delicada y se ha pedido "un poco más de paciencia" a los suministradores para poder ingresar unos pagos que, afirman, tarde o temprano, serán satisfechos.
Según fuentes consultadas, la difícil situación económica de la residencia arranca del pasado mandato municipal, a la que se añaden importantes cantidades de dinero que adeudan el Govern y el Consell a través de las transferencias de Bienestar Social y la Ley de Dependencia, un convenio que afirman que cuando se produjo el cambio de gobierno aún no había sido firmado. Desde el centro sostienen que la única administración que de momento ha respondido ha sido el Ayuntamiento de Ciutadella, que ha hecho un esfuerzo para adelantar los fondos que le corresponden al Geriátrico.
Ante la situación, la gerencia del centro hace un llamamiento a la calma "para no crear alarmismo, y para no perjudicar a los usuarios del centro y a sus familias", pese a que sí se incide en la necesidad de que las administraciones insular y autonómica cumplan con sus compromisos para el funcionamiento del centro. A pesar de la deuda, algunas de las empresas suministradoras han sido sensibles y continúan suministrando dando un margen de confianza a la Administración para cobrar los atrasos, teniendo en cuenta la labor social del centro en beneficio de las personas mayores. Desde el Patronato del Hospital Municipal, que gestiona el Geriátrico, se quiere evitar suscribir un préstamo para hacer frente a los 160.000 euros de deuda con la confianza de que el Govern y el Consell asumirán su responsabilidad. La deuda afecta a proveedores de alimentos para la cocina del Geriátrico y de productos de limpieza y de la lavandería, entre otras áreas.