Aunque palmesana de nacimiento, en Charo Jansá Clar las connotaciones con Menorca son tantas que yo me atrevería a decir que se siente menorquina nacida en Palma. En su bloc de recuerdos ocupan un lugar de privilegio las vacaciones estivales que cada año disfrutaba con su familia en nuestra isla, concretamente en Sant Lluís. Luego, sus idas y venidas fueron constantes, hasta que en 1976 se instaló definitivamente en Es Castell. Su boda con un menorquín fue el eslabón definitivo aunque siempre ha mantenido imborrables en su álbum de recuerdos aquellos años de su niñez que vivió en la capital mallorquina. Recuerdos que nunca se olvidan, porque son parte esencial de la vida de cada uno de nosotros.
"Mis 13 primeros años", inicia así su declaración, "los viví en Palma, en donde había nacido. Comencé mis estudios en un colegio privado y luego pasé a un instituto, en donde estudié los tres primeros cursos de Bachillerato. En este instituto, mi padre, que era meteorólogo, daba clases. De esta etapa conservo muy vivos todos los recuerdos, porque fue un tiempo maravilloso, como también lo eran las vacaciones de verano que pasábamos en Menorca, en una caseta de Sant Lluís propiedad de la familia".
¿Cuál fue el siguiente paso?
A mi padre le ofrecieron la Jefatura del Servicio de Meteorología, en Madrid, cargo que aceptó, trasladándose toda la familia a la capital de España. Debo decirte que también fueron unos años, cinco en concreto, maravillosos. Vivíamos en el parque del Retiro, dado que el Servicio de Meteorología estaba ubicado allí y disponía de vivienda para el jefe del servicio. La jubilación de mi padre hizo que él se viniera para Menorca y los hijos, los cuatro hermanos, prosiguiéramos nuestros estudios.
En tu currículum aparece que realizaste tu licenciatura en Bellas Artes, en la Univertitat de Sant Jordi.
Sí, durante el último año que vivimos en Madrid me preparé, muy concienzudamente, para el ingreso en Bellas Artes y al aprobar el ingreso me instalé en Barcelona, y en la "Sant Jordi" realicé toda la carrera, con lo que volví a repetir en la Ciudad Condal los mismos años que viví en Madrid, cinco en cada una de estas dos capitales.
¿Por qué elegiste Bellas Artes? ¿Por qué pintas?
Mi padre quería que sus cuatro hijos estudiasen una carrera universitaria y yo elegí Bellas Artes porque todo este mundo me atraía, me fascinaba. ¿Por qué pinto? Porque me gusta, me siento realizada con los pinceles en la mano. Te diré que puede que inconscientemente fuese inducida por mi padre. De pequeña íbamos a muchas exposiciones y esto hace que estés habituada a este clima tan especial. Mi hermano mayor, que es biólogo, pinta de maravilla, particularmente yo le considero muy buen pintor.
¿Genes o algo por el estilo?
Puede que sí porque mi padre se defendía muy buen en cualquier faceta artística. Tenía como un don especial y se ve que sus hijos lo hemos heredado. Al menos en parte.
En "Pintors d'avui" te encuadran dentro del grupo de los paisajistas menorquines actuales. ¿Te consideras realmente paisajista?
Yo diría que sí, al menos es en esta parcela pictórica, en la que me encuentro más a gusto, me siento más feliz como pintora.
Tus preferencias artísticas son amplias, ¿me equivoco?
Lo son, llevas razón. Admiro a muchísimos pintores, a los impresionistas franceses, pero también a los clásicos. Sorolla, por ejemplo, es uno de mis preferidos, como lo son también los pintores de la Escuela Catalana.
Miquel Barceló, ¿te dice algo?
Mucho. Su mundo figurativo me atrae. Como puedes ver, mis gustos o preferencias artísticas son realmente amplios y diversos.
¿Impresionista? Te lo pregunto porque tus paisajes están llenos de fuerza y de color.
Puede que sí, pero, tengo dudas a la hora de definirme como impresionista. A mí lo que en realidad me gusta, me hace feliz, son los cambios de luces, y los cambios de color y con tales premisas juego y pinto.
¿Sigues pintando del natural?
Actualmente no. Pinté muchísimo del natural, pero ahora me apoyo en la fotografía, aunque sin dejar de tomar apuntes del natural y conociendo el lugar que deseo trasladar a mis lienzos. Lo que nunca hago es copiar.
El puerto de Maó, ¿es tu fuente de inspiración?
No del todo, porque cualquier cosa, una planta, una patio, algo que pueda parecer insignificante, me inspira; en ocasiones me atrae pintar algo muy simple. Depende del momento, de los cambios de color y de luz que antes te he hablado.
Cambios de luz, de color, ¿has pintado la misma cosa en distintos momentos del día?
Sí y con diferentes tonalidades y estaciones. Me seduce mucho más pintar en el otoño y en la primavera que en verano, estación ésta en que la luz es excesivamente viva. Disfruto más con los colores de "la tardor" o de los de la primavera cuando todo el universo parece recobrar la vida, cuando las luces reaparecen tras "la foscor" del invierno.
La crisis ¿se deja sentir en el mundo de la pintura?
No sé qué decirte, porque yo no vivo de la pintura. Como sabes, mi marido es el farmacéutico de Es Castell y yo, con un horario regular, trabajo en la farmacia. Actualmente voy preparando alguna exposición y pinto sin agobios, sin prisas, cuando me apetece y no con la regularidad del pintor que vive exclusivamente de la pintura.
¿Te ha atraído la enseñanza?
Durante una temporada impartí clases en el Instituto, pero no me sentía realizada, no era lo mío y lo dejé, luego en la Academia de Calvet, prematuramente desaparecido, también di clases, pero me reafirmé en que la enseñanza no me seducía.
35 años de pleno derecho viviendo en Menorca, además de tus conocimientos anteriores, ¿qué cambios más significativos destacarías?
Cambios ha habido muchos pero más que detallarlos uno a uno yo destacaría el cambio operado en cuanto al turismo. Antes el turismo era algo complementario, incluso se "toleraba" sin darle excesiva importancia, hoy es fundamental para el desarrollo de la Isla, situación que ha creado un clima más favorable a este fenómeno que mueve masas, cual es el turismo que hace unos años.
Pero Menorca sigue…
Siendo diferente e incluso vivir aquí es, a pesar de los inconvenientes que todos conocemos, un privilegio.
No siempre reconocido.
Cierto, pero cuando viajas y sales de Menorca, te das cuenta de ello. La insensibilidad de las grandes urbes aquí no se da, la tranquilidad de la Isla y tantos otras cosas las valoras muy positivamente cuando regresas a casa.
Los artistas tenéis la sensibilidad a flor de piel, la música, la lectura, ¿están en tu agenda?
Lo están. He leído mucho, y me gustan muchos escritores, sin ser fan de ninguno de ellos en particular. Hay temporadas que leo más que en otras, pero la literatura me entusiasma, al igual que la música sin que me declare entusiasta acérrima de un determinado tipo de música.
Y la política, ¿te atrae?
Como a cualquier persona. Me gusta estar enterada de cuanto acontece y la sigo con interés, pero no me atrae de una manera especial; en éste aspecto mantengo una postura bastante lógica e incluso crítica.
La cita, cita con premio al decir de algunos, la del 20-N, ¿crees que su resultado puede influir positivamente en la solución de la crisis?
No, unas elecciones, su resultado, no puede solucionar una crisis global como la que padecemos, si fuese una crisis cíclica o en el entorno de nuestro país puede que sí, pero la crisis actual es tan amplia, tan global que abarca no solo a Europa sino incluso a los EEUU, con las derivaciones que ello implica.
¿Como conceptúas el movimiento de los "indignados"?
De lógico, ha habido cosas tan negativas, tan nefastas que es normal, incluso lógico que la gente demuestre su indignación; el cambio a mejor es una necesidad que todos deseamos y que deberemos afrontar.
Tras el 20-N, ¿a esperar lo mejor?
Me imagino que éste es el deseo de todos porque la crisis, que deseo seamos capaces de superarla, ha dejado a muchos en una situación crítica, tremendamente angustiosa.
¿Somos solidarios?
En casos puntuales sí, pero en el día a día nos falta profundizar en el compartir.
¿Religiosa? Me refiero a si eres creyente.
Mi antecedentes familiares, mi formación tiene un profundo poso cristiano, que siempre está ahí, pero yo diría que tengo mis propias creencias y aparte de ello, opino que la fe, todo este mundo, es como una cultura que nos envuelve y nos sensibiliza.
Dos hijos, hijo e hija y dos nietos; niño y niña, ¿actúas de abuela?
Sí y me encanta, aunque debo confesar que mis hijos no abusan de los abuelos.
¿Pintarás a tus nietos?
No, por lo menos no tengo la intención de hacerlo. Pinté a mi hija y no acabé el cuadro, me gustó tal como estaba, pero inacabado.
A veces una obra inacabada da más juego.
Puede que sí. No lo acabé porque consideré que estaba en su "punto dulce".
Con un largo recorrido por delante, ¿qué le pides a la vida?
Salud, lo otro caerá por su propio peso.
Y a su debido tiempo… Charo Jansá Clar, a la que mientras la entrevistaba iba tejiendo "in mente" sus antecedentes familiares, es, al menos lo interpreté así, una mujer decidida, tenaz y concreta, de las que no se andan con rodeos. Clara, sin dobleces, diciendo al pan pan y al vino vino.