Las fiestas de Navidad supondrán, para cada balear, un desembolso de 636 euros, un 4,6 por ciento menos que el año pasado.
Este dato se desprende del último informe que ha publicado la Fundació Gadeso y que analiza los efectos de la crisis en las celebraciones navideñas. En su estudio, elaborado a partir de 900 entrevistas realizadas durante el mes de diciembre, se observa como los regalos a los hijos representan el 27 por ciento de los gastos, o lo que es lo mismo, cada balear destinará 172 euros a ello. La comida ocupa el segundo lugar en importancia, al destinar 154 euros (24,2 por ciento del total), mientras que a los regalos se dedicarán 104 euros (16,4 por ciento del presupuesto), al ocio 71 euros (11,2 por ciento), a la ropa 60 euros (9,4 por ciento) y para otros aspectos se desembolsarán 75 euros (11,8 por ciento).
Llama la atención que el gasto previsto para las clases altas es casi seis veces superior al de las personas de clases más bajas. Así, gastarán 242 euros los de clase baja, 515 euros los de clase media-baja, 641 euros los de media, 1.096 euros los de media-alta y 1.448 euros los de clase alta. Unos datos que indican que la crisis no está siendo igual para todos los segmentos de la población, y que está afectando de un modo desigual, en función del escalafón al que se pertenezca.
En función del status social
El análisis de la Fundación Gadeso pone de manifiesto que las preferencias son distintas en función de la clase social de cada persona. Así, las clases bajas no destinarán lo mismo que las altas a comidas. Concretamente, mientras que una persona del estamento más bajo dedicará a este menester el 52,1 por ciento de su presupuesto navideño, este porcentaje irá decreciendo a medida que se incrementa el grado social. Así, un individuo de clase media-baja destinará el 40,8 por ciento, uno de la media el 35,8 por ciento, uno de la media-alta el 23,2 por ciento, y una persona de clase alta dedicará sólo el 19,6 por ciento.
Esto hace que los porcentajes también sean diferentes para otras cuestiones. Así, alguien de clase baja gastará el 16,5 por ciento de su presupuesto a los regalos de su hijo, mientras que otro de clase alta dedicará el 24,2 por ciento.
¿Qué son las fiestas?
El informe también revela el significado que tienen las fiestas para los baleares. Hay un empate entre los que creen que son unas fiestas familiares (37,8 por ciento) y los que opinan que son la máxima expresión del consumismo (37 por ciento). Mientras, para el 16,1 por ciento son unos días para olvidar los problemas cotidianos y para el 7,2 por ciento se tratan de unas fiestas religiosas. Tan sólo para el 1,9 por ciento estas celebraciones no tienen ningún significado.