El Govern balear, a través del IBABSA, ha decidido rescindir el contrato que mantenía con unos diez veterinarios en Menorca, mediante el cual se realizaban tareas de prevención, control y erradicación de enfermedades animales. La decisión se ha hecho extensiva a todo el Archipiélago, y afecta a algo más de 40 especialistas.
Los veterinarios llevaban sin cobrar desde el pasado mes de junio, y en total, el Ejecutivo autonómico les adeuda unos 250.000 euros. A pesar de esta deuda, los especialistas habían expresado su predisposición a continuar con su labor, al considerar que es básica tanto para la salud animal como, por extensión, para la salud de las personas. Habían realizado diferentes ofrecimientos al Govern, que no fueron atendidos.
Así, el pasado 12 de enero se comunicó la decisión de finalizar estos contratos. Al parecer, el IBABSA quiere que sea su propio personal quien realice la función que desempeñaban estos veterinarios autónomos, pero fuentes consultadas por este periódico consideran que esta intención es inviable, porque en Menorca el IBABSA cuenta con dos veterinarios que deberán sumar a su trabajo rutinario las labores que acometían otros diez especialistas.
Con esta decisión, avisan, el control sobre enfermedades animales como la tuberculosis o la brucelosis, que pueden transmitirse a las personas, será menor, y por tanto, también se reducirán las garantías. Además, también se reducirán los trabajos de identificación animal, una labor imprescindible para controlar la cadena de seguridad alimentícia.
Los veterinarios, en una nota conjunta en todo Balears, explican que "el personal con el que se pretende hacer frente a estas labores es totalmente insuficiente y compromete el status sanitario de la cabaña ganadera de Balears, con las graves consecuencias que se podrían derivar tanto para la seguridad alimentícia y la salud pública como para la viabilidad de las explotaciones ganaderas".