El delegado del Gobierno de Balears, José María Rodríguez, visitó ayer los nuevos juzgados de Maó con el objetivo de comprobar en primera persona el resultado de las obras.
Acompañado por la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés; el presidente del Consell, Santiago Tadeo; el juez Bartolomé Mesquida, la senadora Juana Francis Pons, el diputado en el Congreso Juan Carlos Grau, y el conseller de Administraciones Públicas, Simón Gornés; Rodríguez atendió a las explicaciones de la jefa de obra, Ana Casado, que fue conduciendo al grupo a través de las diferentes dependencias.
El edificio está pendiente de la llegada de mobiliario y material ofimático, por lo que se espera que pueda abrir sus puertas en unos dos meses. "Vemos que es una construcción funcional, con un buen resultado. Esperamos que antes de verano, sobre mayo, pueda empezar a funcionar. Aunque el presupuesto ha sido de unos cinco millones de euros todavía queda adaptarlo a la red informática de Justicia", afirmó Rodríguez.
En la planta sótano se situarán el decanato, los archivos, la sala de reconocimiento, seguridad, informática y unos aseos; mientras que en la planta baja se encontrarán cuatro salas de visita, la forensía, las dependencias de abogados y procuradores, y también varios cuartos de baño.
Por último, en la primera planta estará el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres, el Juzgado de lo Penal número 1, la fiscalía, y la oficina de atención a las víctimas.
"Se ha buscado la funcionalidad y la luminosidad. Queríamos captar esa luz, con un efecto linterna. También se ha incluido una escultura del propio arquitecto, Juan Navarro", comentó la jefa de obra, Ana Casado.
El juez Mesquida aseguró estar contento con el resultado, aunque sí le gustaría que se produjera una mejora en el funcionamiento interno. "Este edificio está adaptado a una estructura que aún no está implantada. Por ahora, cada juzgado funciona como un órgano aislado y la nueva Ofician Judicial aún no está en marcha en Balears", dijo el juez, refiriéndose a que el objetivo sería que en la nueva construcción se instalaran solo los jueces y unos pocos funcionarios, y que los servicios comunes se mantuvieran en el edificio de enfrente, los actuales juzgados de Primera y Segunda Instancia.
Mesquida también comentó que en Maó lo más común son los trámites de ámbito jurídico privado. "Afortunadamente, aquí hay un buen equilibrio social. Este tipo de conflictos no ha subido a pesar de la crisis. Incluso podemos decir que el número es inferior a los años 2006 o 2007".
Por su parte, José María Rodríguez, que anteriormente había mantenido una reunión con los Cuerpos de Seguridad en Ciutadella, hizo hincapié en la importancia de la colaboración conjunta entre policías locales, nacional y Guardia Civil para poder ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.