El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella ha renunciado definitivamente a convertir Can Saura en un proyecto museístico a gran escala. Así, y a través de la junta de gobierno, ha cancelado el proceso para encargara a una empresa la redacción del proyecto de museización "porque no queremos gastar dinero en la redacción de un proyecto que después no podrá hacerse realidad porque no disponemos de los 600.000 euros que se habían anunciado", asegura la concejala de Cultura, Auxiliadora Pons.
Según Pons, el próximo paso en el historial de Can Saura es la recepción de las obras. Con este proceso, el Ayuntamiento conseguirá que el Govern balear costee la mitad del sobrecoste de las obras, aunque el proceso para la recepción de las obras no es fácil, puesto que los industriales que no han cobrado su trabajo deben acceder a la recepción.
Si finalmente las obras pueden recepcionarse, la concejala de Cultura asegura que su intención sería poder abrir la planta baja del edificio para instalar un bar, una tienda y algunas salas donde exponer algunos de los bienes de la Cova des Càrritx que actualmente se encuentran en el Bastió de Sa Font, e incluso plantear una exposición permanente sobre Sant Joan.
Pero las palabras de la concejala de Cultura no son las mismas que las del alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, quien ya avanzó a este periódico que si pudiera, vendería el edificio para evitar el coste de mantenimiento y de personal que acarrearía un edificio de 2.500 metros cuadrados. Ayer, interpelado sobre la cuestión, insistió en que "es imposible abrir la planta baja porque ya supone un coste de mantenimiento y de personal inasumible en este momento".
De Sintas reiteró que "buscaremos ceder el edificio a alguna empresa o entidad que pueda hacerse cargo de él, o sino lo venderemos, porque los ciudadanos ya no están para aportar ni un euro más a un proyecto que ya acumula una compra y unas obras".