La Diócesis menorquina anima a los contribuyentes a marcar la "X" en su Declaración de la Renta en beneficio de la labor social de la Iglesia después de presentar sus cuentas más transparentes. El vicario general, Gerard Villalonga, y el ecónomo de la Diócesis, Josep Moncada, ofrecieron ayer el balance económico de 2011 al detalle "como prueba de la política de transparencia en la gestión de los bienes y servicios". Como gesto de honestidad, el Obispado incluso hizo público el sueldo que percibe el obispo y los 31 sacerdotes de la Diócesis.
Gracias a la "X" que marcaron los contribuyentes menorquines en 2011 en su Declaración de la Renta, la Diócesis de Menorca percibió 1.002.382,69 euros. Según Josep Moncada, se detectó un 10 por ciento más de declaraciones en favor de la Iglesia respecto a 2010. Para este año, si bien la Diócesis confía en mantener o incluso incrementar el número de contribuyentes que apoyan a la Iglesia con sus impuestos, se espera que la cantidad que llegue sea menor a consecuencia de la crisis, "que repercute en que los ciudadanos tengan menores ingresos por declarar".
El vicario general aclara que "ante los equívocos, la campaña para el sostenimiento económico de la Iglesia no tiene ningún ánimo lucrativo". Explica que la Diócesis tiene dos formas de ingresos: las colectas y la "X" en la Declaración de la Renta que marcan los contribuyentes. Por eso, dice que la campaña es fundamental para el sostenimiento de la Iglesia.
Desde el año 2007, los contribuyentes en su Declaración de la Renta pueden marcar la "X" asignando el 0,7 por ciento de sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia católica, como también, simultáneamente pueden marcar la otra casilla destinada a otros fines sociales. Así, el dinero de los contribuyentes menorquines llega directamente a la Diócesis de Menorca.
El vicario general explica que en diciembre de 2006, el Estado y la Iglesia llegaron a un acuerdo "de tal manera que el sostenimiento económico de la Iglesia depende única y exclusivamente de los católicos y de todos aquellos que valoran la labor de la Iglesia".
Indica, además, que la Ley del Mecenazgo de 2002 equipara el régimen fiscal de la Iglesia al resto de entidades del sector no lucrativo, como ONG y fundaciones. Es por eso que explica que la Iglesia está exenta de pagar el impuesto de sociedades de donativos, colectas, rendimientos del patrimonio mobiliario e inmobiliario y las plusvalías generadas por la venta de patrimonio.
También, en este caso la Diócesis, está exenta de pagar el IBI de los edificios en los que se desempeñan labores pastorales y no lucrativas y del impuesto de sucesiones y donaciones y del impuesto de actividades económicas.
"Hay que dejar claro que el Estado no da ninguna subvención a la Iglesia, el dinero que percibe es fruto de la recaudación que hace el Gobierno a través de los contribuyentes que voluntariamente quieren asignar el 0,7 por ciento de sus impuestos para la labor social de la Iglesia. Animamos a los contribuyentes a marcar la 'X' en su Declaración de Renta porque la Diócesis contribuye con su labor a crear una sociedad mejor, con plena transparencia en su gestión", recalca.
La deuda del Govern preocupa
El ecónomo diocesano reconoce una deuda del Govern balear con la Diócesis menorquina de 864.105,57 euros, procedente de pagos pendientes en diversas obras de rehabilitación. En cambio, el Obispado ha satisfecho todos los pagos por las obras, por lo que ha tenido que endeudarse con los bancos.
"A día de hoy no debemos ni un euro a nadie, en cambio debemos hacer frente a los intereses de los préstamos por el dinero que nos adeuda el Govern".
Aparte, el Govern, el Consell y los ayuntamientos adeudan unos 900.000 euros a Caritas. A partir de ahora, la Diócesis sólo tiene asegurados 40.000 euros del Consell para el pórtico de la Catedral.