Quesería Menorquina formalizó ayer ante notario las escrituras que se derivan del acuerdo extrajudicial que el pasado 8 de febrero formalizó con Promontoria Holding 36 BV para cancelar la hipoteca de quince millones de euros que pesaba sobre la factoría mahonesa, a cambio de compensar a la sociedad con un pago de dos millones de euros.
Este acuerdo ha sido posible gracias a la financiación del Banco Santander, mediante un préstamo hipotecario 'ex novo' por un importe de 2,5 millones que, por un lado, permitirá el pago a Promontoria del importe acordado y, por otro, derivar los 500.000 euros restantes a la mejora de la tesorería de la factoría y materializar el contrato alcanzado con la multinacional Kraft para el suministro de queso rallado.
Cabe recordar que Promontoria es la sociedad a la que la entidad financiera vendió en 2011 la garantía firmada por la familia Ruiz Mateos un año antes a espaldas de los trabajadores.
Este acuerdo a tres bandas, alcanzado con el visto bueno de la administración concursal y la autorización del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, conlleva un beneficio patrimonial directo de más de doce millones de euros para Quesería que, a su vez, ve mejorada substancialmente la situación actual de su tesorería.
El alcance de este acuerdo supone "un gran logro", según puntualizaba ayer el presidente del Consejo de Administración de la planta, Francisco Tutzó, y, sin lugar a dudas, un balón de oxígeno para la viabilidad de la planta que verá reducidos significativamente las cuantías a pagar. El máximo responsable de la factoría señalaba que el esfuerzo de todas las partes implicadas ha derivado en un importante avance para "reconducir la difícil situación heredada" con el objetivo prioritario de "salvar" el máximo número de empleos -173 puestos- y dar continuidad a la que es una de las empresas más emblemáticas de la Isla. No obstante, Tutzó esgrimía que no por ello a partir de ahora "será un camino de rosas pero vamos en la dirección de conseguirlo". Agradecía a su vez la predisposición de la entidad bancaria así como de la sociedad Promontoria para alcanzar acuerdos y la profesionalidad de todos los trabajadores.
Por su parte, el director general de la factoría, Jesús Esparza, indicaba que el levantamiento de esta carga hipotecaria supone una clara "generación de confianza" ante clientes y proveedores por el hecho de que se demuestra el respaldo de una entidad bancaria clave.
El director territorial del Banco Santander, Ignacio Alcaraz, acompañado por el director de zona en Menorca, Josep Maria Villarrazo, enfatizaba el "éxito" en la gestión de los directivos de la factoría en un proceso de acuerdo que ha sido "complicado". Alcaraz ratificaba que Quesería estaba sentenciada a la "inviabilidad" si mantenía este lastre a sus espaldas. "Es avanzar en el camino de la consolidación tras una etapa de mucho sufrimiento", indicaba y añadía que "puede ser un elemento coadyuvante para otras iniciativas cuando vean esta generación de confianza, puede crear un efecto multiplicador". Además, el director territorial explicaba que la entidad que dirige no hubiera concedido una financiación de 2,5 millones de euros sobre la factoría sin tener el "firme convencimiento de su plan de negocio y capacidad de gestión".