Un grupo de comerciantes del puerto de Maó está promoviendo una jornada de huelga como medida de protesta por la peatonalización parcial de la rada y después de que el Ayuntamiento haya confirmado que la zona no se volverá a abrir hasta el 10 de septiembre.
Los empresarios, que ayer se entrevistaron con Águeda Reynés, trasladarán la propuesta a la Asociación de Artesanos, Comerciantes y Restauradores con el objetivo de consensuar las fechas de las actuaciones e iniciar las movilizaciones porque se sienten "ignorados y ninguneados" por el Consistorio.
Después de más de hora y media de reunión, algunos de los ocho comerciantes que asistieron a la cita salieron del encuentro con la intención de darle un giro de tuerca a la situación. Según explicaron, ninguna de las propuestas que plantearon a la primera edil fue aceptada por la "inflexibilidad" de Reynés, por lo que decidieron activar un plan B: "Vamos a hablar con el resto de comerciantes y con la asociación y les expondremos la necesidad de declarar una jornada de huelga, de cerrar los comercios", explicaba ayer Carlos Sobrino, uno de los empresarios que ha liderado la iniciativa.
El propietario denunció que la alcaldesa "nos ha pedido que le ayudemos y aportemos ideas, pero luego las ha desechado todas. Hemos señalado los defectos que existen como que los aparcamientos están muy lejos, que las vallas cierran las calles como si fuera un gueto o que se haya cerrado el puerto sin que el ascensor esté en funcionamiento, pero ella sigue empeñada en que sí que viene gente por las noches".
Los comerciantes entregaron a Águeda Reynés un documento con 90 firmas de titulares de tiendas y restaurantes que solicitaban la reapertura de la zona, pero el Consistorio mantiene su intención de mantenerla clausurada parcialmente hasta que no pasen las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia.
"Nos han pedido si podíamos reabrir el puerto, pero no lo consideramos oportuno ni adecuado en estos momentos", exponía ayer Águeda Reynés. Para la alcaldesa la cita fue "positiva" en tanto que permitió "abrir y generar un debate que es necesario".
"Es un tema complicado porque los vecinos tienen unas prioridades, los comerciantes otras y los restauradores otras. Nosotros queremos que el puerto funcione y no hemos tomado estas medidas para perjudicar a nadie, todo lo contrario. Pero ahora no tendría sentido volver atrás porque llegan la regata Panerai y las fiestas y no sería oportuno reabrirlo". A pesar de que un sector de los comerciantes impulsa una jornada de cierre, Reynés huye de conflictos.
"Les he escuchado y explicado algunas cosas, no quiero ningún tipo de enfrentamientos. Estamos abiertos a todos aquellos que quieran aportar ideas a partir del 10 de septiembre porque siempre es interesante. La conclusión es que hay que hacer algo con el puerto".
"Se ha hecho un experimento en el momento del año en el que más flujo de gente hay en esta zona y no ha funcionado", criticaba otro de los empresarios que asistió al encuentro con la alcaldesa. "Nos están tomando el pelo. Lo ideal sería cerrar durante un día como medida de protesta, aunque no sé si todos estarán de acuerdo".
Ese será probablemente el principal obstáculo con el que se encuentre este grupo de propietarios de la zona de Llevant, que hoy mismo tiene previsto empezar a recoger adhesiones. Ellos son los más afectados por el cierre, que se inicia en la Costa d'en Reynés.
Otro de los empresarios que mantuvo el encuentro con Águeda Reynés habla abiertamente de una medida "desastrosa" y que eso generará que a final de agosto tenga que despedir a parte de la plantilla: "Hemos perdido mucho dinero con esta decisión y eso afecta directamente a la cuenta de resultados".
Las posturas entre un sector de los comerciantes del puerto y el Ayuntamiento de Maó siguen encontradas y difícilmente se alcanzará algún tipo de acuerdo en lo que resta de temporada alta. Está por ver si en 2013 el Consistorio implanta las mismas medidas o cambia de modelo tras la polémica que han suscitado.