Durante lo que va de año, en Menorca se han producido diez incendios, siete de forestales y tres en zonas agrícolas. Esto supone un incremento en relación a los datos correspondientes al mismo periodo del año anterior, cuando se registraron tres fuegos forestales y cuatro agrícolas.
Estos datos son los que maneja el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, desde donde no dan excesiva importancia al aumento de casos producidos, puesto que la cifra de 2012 habría sido inferior a la del curso anterior de no haber sido por la voluntad del autor confeso de los últimos cuatro fuegos.
Y es que, según el cabo primero y jefe del SEPRONA en la Isla, Julián Rodríguez, "en Menorca cada vez hay más concienciación en relación a los incendios", algo que queda demostrado por las bajas cifras de siniestros en una Isla tan repleta de parajes y zonas boscosas.
De hecho, el máximo responsable de este cuerpo especializado de la Guardia Civil asegura que "llevo ocho años aquí y en este tiempo ha cambiado mucho" la percepción de los menorquines en relación a las cuestiones medioambientales.
Zonas inaccesibles
Una de las particularidades de Menorca es la gran cantidad de zonas inaccesibles para el tráfico rodado. Eso hace especialmente peligrosos algunos parajes en caso de incendio, por las dificultades que supondría para los medios de extinción por tierra.
Así, el SEPRONA mantiene una especial vigilancia en zonas de abundante pinada como Macarella, Cala Mitjana o Trebalúger en la costa sur, o en Algaiarens en el norte. Y, como no, en "Sa Roca, que es el pulmón de Menorca", explica Rodríguez.
El hecho de que en la Isla no sean habituales los merenderos en el bosque, evita, según el SEPRONA, la posibilidad de más siniestros de este tipo.
Camí de cavalls
Sobre las repercusiones que está teniendo el Camí de Cavalls y el incremento de personas que transitan por el bosque, el cabo primero considera que, por lo general, se hace un buen uso de él. "Este año solo nos han avisado de un caso de un vehículo a motor circulando por el bosque".
De hecho, Javier Gómez, uno de los tres agentes que, junto al cabo primero, completan la patrulla del cuerpo en Menorca, explica, a modo de anécdota, que "la concienciación con el Camí de Cavalls es grande, han llegado a llamarnos para denunciar que había motos circulando y cuando hemos pedido la descripción éramos nosotros haciendo una ronda de control".
En cuanto a las acampadas en las playas, desde el SEPRONA señalan que el 90 por ciento de las denuncias que se interponen recaen en personas que no son de la Isla, mientras que tan solo el 10 por ciento restante corresponde a menorquines. En este sentido, el agente de la Benemérita afirma que "nos hemos encontrado casos realmente increíbles, con gente que ha hecho hogueras debajo mismo de los pinos". De ahí, que una de las funciones principales, que "representa el 50 por ciento de nuestro trabajo, es la prevención".
Otras labores
Pero el trabajo del SEPRONA no se reduce a los bosques. Otros campos de actuación son la agricultura, la pesca, la caza, el transporte de ganado o las explotaciones ganaderas. Así, se encargan de informar en cuestiones básicas en relación a contaminación de acuíferos o de residuos en las explotaciones agrarias, y son los responsables de controlar que no haya pesca furtiva y que los pescadores no capturen ejemplares que no reúnan las medidas legales.
En este sentido, Julián Rodríguez avanza que en 2013 se endurecerán los controles. "Hay mucha pesca irregular tanto de langosta como de cigalas, por eso hay que actuar no solo en los puertos cuando llegan las barcas, sino también en el punto de venta o en el restaurante". Así, recuerda que "las multas por cada pieza de langosta que no reúna las medidas (90 milímetros de cabeza) es de 700 euros".
Y es que desde el SEPRONA señalan que la pesca irregular está causando graves perjuicios para la supervivencia de las especies.