Una amiga de Mónica Juanatey, la mujer que está siendo juzgada por la muerte de su hijo en Maó en julio de 2008, confirmó ayer al jurado popular que la acusada le envió varios correos electrónicos en los que le explicaba detalles de la vida del menor en fechas posteriores a su fallecimiento.
El testimonio de la amiga de Juanatey fue la nota más destacada de la segunda sesión del juicio oral que se sigue en contra de Mónica Juanatey por un presunto delito de asesinato, por el que el ministerio fiscal reclama que se le imponga una condena de 20 años de prisión contra la mujer. La acusada llegó a la sala de vistas con el mismo semblante, la misma ropa e idéntica timidez que en primer día del juicio. Siguió cabizbaja, entre triste y avergonzada.
Tuvo que escuchar cómo la declaración de la testigo, con la que mantenía una estrecha amistad cuando residía en Noia, iba confirmando que ocultó con mentiras que su hijo estaba muerto.
La testigo explicó que el 12 de julio de 2008 recibió un correo de Mónica Juanatey en el que ésta le explicaba que César (la víctima) "estaba muy bien, que pronto iba a empezar el colegio y que iban a trasladarse a Palma".
Unos meses después –según relató la testigo a preguntas del fiscal Eduardo Norro- , llegó a su correo electrónico un nuevo mensaje en el que Mónica Juanatey le contaba que "habían celebrado una fiesta con los amiguitos de César para celebrar la primera comunión del niño. Ese correo tenía fecha del 2 de noviembre de 2008.
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