Los comerciantes del centro de Maó andan preocupados. Y es que en los últimos dos meses han detectado un notable incremento de hurtos en sus tiendas. Se trata en su mayoría de prendas de ropa, complementos y piezas de bisutería y, en algunos casos, joyería. No son, por lo general, piezas de gran valor pero la reiteración de esta práctica ha llevado a algunos negocios a acumular pérdidas de hasta 400 euros en las últimas seis semanas.
Al margen de algunos comercios que reconocen sufrir hurtos "pero no más que de costumbre", la mayoría, generalmente franquicias, asegura haber detectado una tendencia creciente de este tipo de acciones. "Es escandaloso; he llegado a sufrir de los nervios por este motivo", asegura una dependienta que prefiere mantenerse en el anonimato, como el resto de los comerciantes entrevistados. En su caso, por ejemplo, el valor de las sustracciones más recientes ronda los 350 euros. "A esto hay que añadir lo que no vemos, aquello que no hemos contabilizado todavía", apunta.
En la misma línea se pronuncian dos trabajadoras de una tienda de moda ubicada en el circuito que conforman el Carrer Nou, la Costa Hannover y s'Arravaleta. "Hemos hecho inventario y entre octubre y noviembre han desaparecido prendas y accesorios por valor de algo más de 400 euros", relatan. Las mismas dependientas aseguran que en un solo día, generalmente en fines de semana, pueden llegar a recoger "entre diez y quince alarmas" de los vestidores y de los bolsillos de las prendas expuestas.
La responsable de otra tienda céntrica explica una experiencia similar. "Un día son dos jerseys, otro una chaqueta y dos chalecos y así vamos sumando hasta llegar a un volumen y una suma considerables", señala a la vez que reconoce que cada vez resulta más complicado identificar a las personas responsables. "Antes era más fácil, pero es que ahora ya no hay un perfil concreto", comenta.
Una apreciación que comparten el resto de comerciantes de la zona. "Las hay veinteañeras, mujeres y también hombres de mediana edad, chavales y chiquillas", relata uno de ellos no sin antes advertir que hay que dar al traste con los estereotipos. "Sí, es fácil pensar en adolescentes pero no siempre es así: muchas veces vemos que son mujeres de entre cuarenta y cincuenta años, con buena imagen y de vida, aparentemente, acomodada", arguye al respecto.
Y ya no es solo la reiteración de los hurtos lo que inquieta a los comerciantes del centro de Maó. Es también el "modus operandi". Hay quienes sin muchos reparos arrancan a la fuerza las alarmas, pero también hay quienes las cortan o extraen con herramientas tipo tenazas y quienes optan por sistemas más depurados que permiten extraer estos dispositivos de forma limpia. Incluso los hay que conocen la manera de desactivarlos, con lo que en la tienda no queda rastro del hurto.
Solo una denuncia
Preguntado sobre estos hechos, el inspector jefe de la Policía Nacional en Menorca, Fernando León, asegura no disponer de datos que certifiquen un reciente repunte en el número de hurtos en los negocios del centro de Maó.
"Si los comerciantes no llaman o no informan de ello, la Policía lo desconoce", recalca, toda vez que anima a los empresarios afectados por cualquiera de estas acciones punibles a denunciarlas, así como también a tomar las medidas de seguridad pertinentes para evitar estas situaciones.
Admite, no obstante, que en el último mes sí se ha cursado una denuncia por hechos de este tipo y que, una vez realizadas y finalizadas las diligencias, ha sido comunicada al juzgado correspondiente.
Aunque León no ha querido dar más información al respecto, este diario ha podido saber que se trataría de dos jóvenes de más de veinte años residentes en es Castell que, gracias a un sistema de videovigilancia, fueron pilladas "in fraganti" en una tienda de moda del centro. La sorpresa para el propietario fue comprobar que dentro de la bolsa que portaban había prendas textiles de, como mínimo, otros dos comercios.
"Se trata de una falta leve, como en la mayoría de estos casos", informa León, por lo que seguramente este expediente acabe con una sanción económica. Cabe señalar que según el Código Penal, actualmente en revisión, un hurto se considera una falta grave siempre y cuando exceda los 400 euros, supuesto en el que se puede castigar al acusado con penas de 6 a 18 meses de prisión. En cambio, la simple falta está sancionada solo con una multa y, en caso de reincidencia, se puede imponer la localización permanente del individuo.