Menorca se vistió de gala la noche del lunes para despedir el 2012 y dar la bienvenida al año de los trece deseos.
Después de una cena especial en familia o con amigos llegaba uno de los momentos más esperados del año. Algunos menorquines vivieron el ritual de las doce campanadas con los suyos y otros salieron a la calle para compartirlo con los demás.
Las uvas y el cotillón compartieron protagonismo con la ilusión y el deseo de ver llegar un nuevo año al que pedirle prosperidad. Los besos y los abrazos, los brindis y las risas tampoco faltaron a la cita.
Pero la noche se proyectaba joven. La música en bares o en verbenas hizo mover el esqueleto hasta bien entrada la madrugada.
La jornada se saldó sin incidencias graves. El Servicio de Emergencias del 112 registró durante la noche de Fin de Año seis actuaciones en la Isla, entre ellas, una pelea, dos agresiones y una intoxicación etílica.