S'Arenal d'en Castell, Cala en Bosc i Punta Prima son las urbanizaciones más "desordenadas" de la Isla a la hora de distribuir los diferentes tipos de alojamiento, ya sea residencial u hotelero. Lo dice el trabajo "Estructura urbana i econòmica dels nuclis turístics de Menorca", tercer capítulo del Proyecto de investigación ASANT (Anàlisi Socioambiental dels Nuclis Turístics de l'illa de Menorca 2010-2011), publicado por el Observatori Socioambiental de Menorca (OBSAM), y en el que han colaborado el Institut de Ciència i Tecnologia Ambiental de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTE) y el programa de voluntariado ambiental de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (VOLCAM).
Esta parte del proyecto se centra en el análisis de la estructura urbana y económica de las urbanizaciones de la Isla con el objetivo de aportar nuevo conocimiento sobre la relación urbanística existente en el interior del espacio urbano entre las diferentes partes que componen los núcleos turísticos. Esta relación se ha estudiado desde el punto de vista urbano (usos) y económico (distribución territorial de las actividades económicas).
Uno de los puntos de interés del estudio es la distribución del alojamiento en las diez zonas turísticas analizados: Punta Prima, Binibèquer Nou, Sant Tomàs, Platges de Fornells, Son Parc, S'Arenal d'en Castell, Son Bou, Cala en Bosc y Cap d'Artrutx.
Distribución
El trabajo detecta que mientras existen núcleos con una distribución homogénea (aquéllos que se han especializado en un tipo de alojamiento en particular), otros presentan una distribución heterogénea de alojamientos, pese a que algunos muestran una distribución más ordenada que otros. Por ejemplo, en s'Arenal d'en Castell, Cala en Bosc y Punta Prima se observa un cierto "desorden" en la ubicación de los diferentes alojamientos hoteleros y residenciales, hecho que el estudio atribuye a que se trata de zonas que se han formado en diversos 'booms' turísticos y que se van urbanizando en cada etapa en función de las características de cada período (desarrollo hotelero de los años 1970, 'boom' de apartamentos de los años 1980 y 'boom' residencial de los 90), sin una planificación estricta de los diferentes crecimientos urbanos.
En cambio, en núcleos de reciente creación como Platges de Fornells o Son Parc se detecta una mayor "coherencia" en la distribución del alojamiento en zonas residenciales más continuas y polos de alojamiento turístico reglado.
El estudio detecta aspectos comunes en todos los procesos de urbanización turística que ha experimentado la Isla, tanto en el gradual, propio de los núcleos que iniciaron su desarrollo con la llegada del turismo a Menorca, en los años 1960, como S'Arenal d'en Castell o Sant Tomàs; el intensivo, propio de los núcleos que iniciaron su despegue en las últimas etapas turísticas de Menorca, como Son Parc o Platges; y el específico, propio este último de núcleos que han apostado por un modelo turístic concreto, ya sea residencial (Binibèquer Nou, Cala Morell) u hotelero (Son Bou).
Planeamiento
Entre estos aspectos, destacan la falta de un planeamiento urbano específico y concreto para estas zonas -en Balears y, especialmente, en Menorca, se ha dado un turismo más espontáneo que planificado- y la ausencia de una estructura, entendida como la distribución, la relación y la organización de los elementos urbanos.
Por último, otro rasgo característico de las zonas analizadas es, según el estudio, el condicionamiento a causa de las características físicas tan específicas del entorno litoral de Menorca y de los usos preexistentes antes de la urbanización turística.
Del análisis de la estructura urbana y económica, se desprenden otros datos interesantes. Por ejemplo, que algunos núcleos presentan una urbanización más compacta que otros.
Así, en núcleos como Son Bou o Cala en Bosc, la superficie urbanizada se encuentra concentrada, mientras que en cambio en casos como Cap d'Artrutx, Cala Morell o Son Parc, la superficie urbanizada se encuentra fragmentada en pequeñas unidades que se dispersan prácticamente por todo el núcleo turístico.
Áreas naturales
El trabajo coordinado por Marta Pérez revela también que las áreas naturales de los núcleos turísticos han quedado aisladas entre sí, sin la posibilidad de conectividad entre las distintas zonas. Incluso en aquellos núcleos con presencia de barrancos, éstos se encuentran interrumpidos por barreras artificiales.
En los núcleos turísticos existe, por otro lado, una elevada presencia de zonas verdes urbanas, la gran mayoría de ellas privadas (de viviendas o de establecimientos turísticos). En especial en aquellos núcleos turísticos más residenciales, las zonas verdes asociadas a las viviendas dibujan un manto prácticamente continuo de zonas verdes ajardinadas.
La red de calles y carreteras ocupa, asimismo, una superficie importante de los núcleos turísticos, sobre todo en aquéllos que presentan un modelo urbano más disperso. Así, a más dispersión del alojamiento, más ramificación de la red de calles y más necesidades de suelo para esta infraestructura.